jueves, 7 de mayo de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El biznaguero

Abro la página. Veo que mi amigo Felipe Aranda ha puesto en mi muro una foto. Calle Larios. Posa para él un biznaguero. Me viene la chispa. Me pongo a enlazar palabras. “Va, por usted maestro”.  Hay poca gente en la calle. Brilla el suelo. Unos toldos mitigan el calor del verano. Viene hacia el fotógrafo (ella no lo sabe) una señora vestida de rojo; el bolso en bandolera…

Cae la tarde. El sol dice que ya está bien por hoy. Se ha echado a la calle el biznaguero. Lleva una flor que no es flor. No vende ni violetas imperiales, ni nardos apoyados en la cadera, ni va, ni viene por la calle de Alcalá ni por otras calles de otros sitios. No.
El hombre lleva en su mano una penca de chumba. Limpia de espinas y un poco encorvada. Ha pinchado los palillos largos de la biznaga;  en extremo ensartados con primor un puñado de jazmines…
Dicen que los jazmines – los primeros, claro – vinieron por el mar azul de Ulises que tenían por suyo las naves fenicias que llegaban desde el otro extremo. Se habían criado tierra adentro, donde las mil y más de mil, y de muchas noches amparaban los ojos negros y profundos y jugaban con el misterio y el embrujo de eso que llamamos amor.
El biznaguero es esencia de Málaga. Es otra esencia. Como  era esencia el cenachero que vendía el pescado del copo sacado al rebalaje y pregonado por la calles. Como eran esencias aquellos que vendían plátanos y caracolas y toritos con banderillas de plástico junto a la verja de la estación cuando éramos niños y veníamos a tomar el mixto que nos devolvía al pueblo.
El biznaguero, el que ha puesto en la foto mi amigo Felipe, tiene superada la media edad. Viste un pantalón negro, zapatos negros y una camisa blanca. Se complementa con  un chaleco. Lleva apretada la cintura con una faja  roja de general porque el biznaguero es un general, el mejor general, el único general del perfume en las tardes y en las noches de verano. Y, además, vende una flor, la única flor que no es una flor: la biznaga.

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