lunes, 28 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Y creó Andalucía


                                   



28 de febrero, lunes. A media mañana, traje nuevo, camisa y corbata a juego, zapatos negros de cordones…  Dos años de corbata colgada en el armario – las causas ya se saben – y el miedo por si no abrocha el botón del cuello de la camisa. ¡Uf, qué miedo! Viene el respiro, uno ha superado dos años, pero sigue teniendo el mismo perímetro y ¡abrocha! Se escapa un suspiro de alivio.

La luz jugaba al escondite con las nubes… Mi alcalde me ha pedido que en el Acto Institucional del día de Andalucía, glose a los homenajeados. Por supuesto que ante ese honor se dice que sí y que se intentará hacer lo mejor que se pueda y a Teatro Cervantes lleno, he desgranado el mérito de los que recibían el reconocimiento público y oficial.

Y enumero con la cortapisa del espacio y del tiempo, lo mejor que puedo resumir de sus méritos y de Belén Infante, deportista, termino diciendo que “seguir y seguir… Admiración hacia esta mujer”: de Juan Miguel Gómez que, hoy, además de los premios de la comunidad, recibe el que le otorgamos sus amigos: excelente persona”. De la familia Rivero (más de cien años dedicada al transporte de viajeros’; de Muebles Hidalgo que “San José – que no se llamaba Juan – también era carpintero” y de Imagina, que nació para ayudar a los demás…

Andalucía, en toda la tierra de Andalucía que, en extensión es casi tan grande como Portugal y más que Holanda, por ejemplo, hoy se ha homenajeado a su gente. En muchos sitios ha habido reconocimientos públicos a personas, organizaciones, colectivos que han aportado lo mejor de sí mismos. Me acuerdo también, de los que nunca han recibido esos reconocimientos: aquellos niños que guardaban el ganado ‘por la comida’ en los cortijos, los emigrantes en trenes camino de otras tierras, las mujeres esclavas del servicio, de….

Me voy por el mundo de la ilusión. Echo manos – sin olvidar aquello - de Romero San Juan, Rafael Hornero, que se nos fue una mañana de verano y nos dejó dicho que “Dios hizo el mundo en seis días, / y al séptimo descansó. / Y descansando soñó que le faltaba alegría / Y del sueño, creó Andalucía…”

Bandera blanca y verde… Andalucía de gente recia con alma de artistas, de mares y campiñas achicharradas, de cielos amplios, infinitos siempre, siempre por “España y la humanidad…”

 

domingo, 27 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Y todo, para nada

 

                           


27 de febrero, domingo. Desde primeras horas, el cielo dejó dicho que el sol hoy no tenía paseo. Es más, hasta rompió el refrán: “no hay sábado sin sol, ni mocita sin amor”. Pues naranjitas de la China. Lo de las mocitas sin amor, no, no. Lo del sábado sin sol.

Cielo entoldado, todo cubierto desde las primeras horas del día, viento del suoreste (al menos eso indicaba la veleta que tengo en la esquina de la parra) con tan poca intensidad, que parecía que estaba echado. O sea, apuntaba al Golfo de Cádiz que es por donde entran las borrascas que traen en su interior la Gracia de Dios.

Tenemos tantas ganas de lluvia que parece que espantamos el agua. Un amigo al que le he comentado cómo estaba el día, me ha preguntado que qué es eso de espantar el agua. No he sabido que decirle… Leí en cierta ocasión, que los hipocondríacos atraen a las enfermedades. Desconozco que nombre se le puede aplicar a eso de desear el agua de lluvia…

Las predicciones meteorológicas, al menos a las que tengo acceso, informaban de la probabilidad del cien por cien de lluvia. Seguro que eso debe ser otra cosa porque cumplir, al menos por lo que yo entiendo de esta estadística, como que no.

Desde Uriquí capté cuando caía la tarde, la foto que ilustra el artículo. Las cumbres de los montes de enfrente, se recortan en un cielo gris, espeso, opaco y sin ninguna fisura por la que pueda filtrarse algo de azul.

Baja la ladera un caserío blanco, disperso y distante. Ese caserío está orientado a poniente. Juega con la ventaja de ver cómo se va el sol cada tarde. Hoy se ha quedado compuesto y sin novia, porque la luz ha jugado al escondite durante todo el día.

En la media distancia, el castillo de Las Torres. ¡Cuánto tiempo oteando el horizonte! ¡Cuánto sabrán sus muros desvencijados por el paso de tiempo de las esperanzas incumplidas, de los sueños hechos añicos, de los deseos como los que llevamos acumulados durante estos meses que se quedan en apetencias y en esperar que… ¡otra vez será!

En primer plano, el pueblo. El pueblo blanco de tejados pardos… Álora, a medio camino entre el mar desde donde tienen que venir las borrascas que no llegan y las tierras interiores de la provincia de Málaga…  

sábado, 26 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Acelgas

 

 

                               


26 de febrero, sábado. Su nombre científico, Beta vulgaris,  y es ‘familia’ de las remolachas y espinacas. Oriunda de Europa meridional, donde crece espontánea y recibe un sinfín de nombres atendiendo a su origen. Si es bravía o si procede de cultivos. En Madrid, según el catálogo del Jardín Botánico, si viene de Chinchón se la conoce como acelga, si es de Aranjuez, espinaca, si se ha cultivado en los Santos de Humosa (en el Corredor del Henares), acelguilla….

Es una verdura muy peculiar. Se cultiva en todo el mundo y es una hortaliza propia de los meses de invierno, aunque no se descarta su producción y posterior consumo en los meses de otoño.

De la acelga se aprovecha ‘todo’, es decir, la hoja de color verde frondoso con las nerviaciones muy marcadas, y la penca, que es blanca. La cocina sabe sacarle rendimiento y aparece en numerosas recetas. Su sabor dulzón combina bien con otras hortalizas y legumbres, principalmente con el garbanzo.

Su cultivo es bianual. Florece en el segundo año de la siembra (puede ser por semillas o por plantitas) pero no es óbice para que se pueda consumir al poco tiempo de su plantación, en cuanto consigue un desarrollo apropiado. Las acelgas piden una tierra ligera y riegos moderados sin encharcamientos.

La materia orgánica le proporciona un crecimiento espectacular y es pasto apetecido por caracoles, babosas, grillos y pajarillos, que cuando tienen poco desarrollo, picotean sus hojas tiernas.

Es muy baja en calorías, inferior a 20 kcal por cien gramos. Se utiliza en las dietas de adelgazamiento. Se aprovecha, también su riqueza en fibras que facilita de gran manera el tránsito intestinal.

Su consumo tiene un efecto depurativo y diurético debido a la gran cantidad de potasio que contiene, previene las cataratas y las enfermedades cardiovasculares…

En cuanto a los nutrientes, aportam vitaminas A, B1, B3, B5, B6 y B9, además de la E y la K. Son ricas en minerales y calcio, sodio, potasio, cobre hierro y fósforo. Vamos, una mina (con lo poco que me gustan).

Además es rica en ácidos grasos como el Omega-3 luteína, flavonoides, y zeaxantina (que no tengo ni zorra idea que son pero que al documentarme para escribir estas líneas… pues eso, y betacaroteneo que dicen que fortalece las células. Ayuda al sistema inmunológico y propicia a controlar el colesterol.

Visto lo visto, hay aparcar los gustos y a consumir ¡acelgas!

 

 

 

 

 

 

viernes, 25 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Gaviotas

 

 


 25 de febrero, viernes. “Por la mar chica del puerto / andan buscando los buzos / la llave de mis recuerdos…” Lo dejó dicho el maestro Alcántara probablemente una tarde en la que veía el mar azul desde la terraza de su casa “en el rincón del Rincón” o miraba cómo se perdían los barcos en el horizonte o cómo las olas traían el nácar de la espuma hasta el rebalaje de la playa… No lo sé. No sé tampoco ni cómo, ni dónde ni cuándo el maestro nos lo dejó para que meditásemos un rato.

Se han venido al remanso del puerto todas, bueno a lo mejor no son todas, pero casi todas las gaviotas.  Han cambiado los acantilados por la quietud del agua entre malecones de cemento y los mástiles de los barcos por la pasividad de la farola – en Málaga no tenemos faro, sino farola – que da destellos que compiten con las estrellas.

El mar canta de muchas maneras. Los que viven cerca de él saben cómo ruge en las noches de Levante, o cómo susurra cuando el temporal dice que toca estar quieto. Tiene el mar ahora una canción cambiante, distinta. Es una canción de llanto y pena.

El mar, otro mar, acaba de conseguir el primer flas de telediario. Es un mar lejano, muy lejano. Es bravo y profundo y se las anda frente a las costas de San Juan de Terranova – que ha traído la vieja noticia de la muerte – desde esa parte de América del Norte que llaman Canadá.

Un puñado de hombres han perdido lo más preciado que tenían: la vida. Un peligro extremo, un salario de miseria para compensar los sacrificios que hacen en la búsqueda del pan de cada día. Allí el sol molesta poco, muy poco. Dicen que era una borrasca muy profunda con olas que rompen moldes. Había de todo menos monotonía y, para no faltar, no ha faltado ni la tragedia.

Ahora aquí, en una tarde soleada, las gaviotas se han venido a sestear en las aguas del puerto. Muchos corazones andan en otros puertos rotos por el dolor. Un puñado de hombres no volverán nunca y esa palabra alcanza todo su sentido: ¡nunca!

Qué pequeña es la mar chica del puerto. Casi no caben las gaviotas mientras uno se halla atenazado por tantos por qué, por tantos recuerdos, por tanta rabia de impotencia…

jueves, 24 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Hoy la rosa, la rosa blanca de la paz,  si me lo permiten se la vamos a dedicar a todas las personas - de los dos bandos-  que sufren los horrores de la guerra en Ucrania.



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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Gris

 

                         


24 de febrero, jueves. La tarde tiene ahora una canción distinta. Se ha ocultado el sol radiante que lució a ratos por la mañana, y se ha entoldado de nubes grises, distantes, lejanas. Todo está bajo su manto. Han comenzado a caer unas gotas. La alegría ha durado muy poco, tan poco, que ni siquiera se ha sentido el repiquetear de la lluvia en el alféizar de la ventana.

Dice el hombre del tiempo, que la borrasca viene desde las Islas Canarias hacia el Golfo de Cádiz. O sea, de las buenas de verdad, pero ha dibujado en el mapa las flechas que indican la dirección del viento y anuncia que viene de Levante. Aquí, el refrán - ¡cuánto sabe el refranero! – dice que el “Levante las mueve y el Poniente las llueve”. ¿Y si por una vez se equivoca y no acierta? ¿Dónde hay que firmar?

Gris está también el cielo de Ucrania. Creo que aún está más gris el alma del hombre o de los hombres que han desencadenado la guerra. El ser humano lleva sobre la tierra tropecientos millones de años. Ha llegado a la luna, pero no ha conseguido tres objetivos fundamentales: Dominar el hambre, morir sin dolor, y evitar las guerras.

Dios una tarde – porque estoy convencido que debió ser por la tarde- lo hizo a su imagen y semejanza. Ustedes se preguntarán porque digo que era por tarde. Muy sencillo. Por la tarde las sombras se alargan y todo parece más gris. Algunos comportamientos de los hombres, han perdido la fuerza de la luz. Son grises, muy grises, demasiado grises.

Las circunstancias, por llamar a la situación de alguna manera que no sea hiriente, nos muestran imágenes de muchísimo dolor. Cúpulas de bulbos dorados rematadas por una cruz y recortadas bajo un cielo muy oscuro – del futuro no hablamos – y plomizo. En la lejanía columnas de humo. Llamaradas de las bombas, restos de un incendio semiapagado…

Las imágenes de la televisión muestran una mujer que llora desconsolada con el corazón hecho añicos. Llora, grita sin que nadie la escuche. Sobre impreso, bajo las imágenes, aparece una leyenda “¿Dios mío dónde voy, donde me refugio?” A veces uno no tiene palabras y siente por dentro un desgarro y sale entre dientes: ¡canallas! Todo esta tarde está bajo un cielo gris, demasiado gris, como algunas conciencias, como algunas respuestas, como ese futuro que está al revolver de la esquina…

miércoles, 23 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Papeles viejos

 

 

                            


 

23 de febrero, miércoles. Por la mañana en el despacho rompo papeles. Es un zafarrancho de limpieza. Entro como dicen que  hicieron las tropas del Emperador en Roma, pero sin espadas ni arcabuces ni con las ideas de Caín. Solo limpieza y ganar espacio.

He roto papeles que llevaban en las carpetas más de cuarenta años. Carpetas de cartón de color azul y gomillas, de esas que ya no se usan.  Eran papeles de cuando comenzaba a escribir. Apuntes de viajes, notas sueltas, artículos. Algunos publicados; otros, no. Colaboraciones en revistas, presentaciones….

Decía Josep Pla que el problema de los que escribimos – o manchábamos papeles, porque ahora se escribe en el ordenador – es de una enorme complejidad. Nos tenemos que hacer entender. No es fácil. Uno tiene que llevar lo que piensa a la forma escrita y ahí pueden surgir un montón de problemas.

De joven el mundo se ve de una manera. Luego, comienza a aparecer de otra. Al final, ni lo uno, ni lo otro. ¿Se acuerdan de aquello de los tres apelativos del rey Sancho? Sancho el Bravo; Sancho el Fuerte; Sancho el Bueno… Algo de eso.

Me encontré también con sorpresas muy agradables. Por ejemplo: el carné de militar (1971), los folios que en la mesa del escritorio ponían a disposición de los clientes en Hotel Charles Dickens, en Londres (1974), billetes de la Inturist en la Unión Soviética… Viaje en el Transiberiano (1982), y así un “suma y sigue”.

Los años han pasado como las hojas caídas en el otoño. Un viento que llamamos vida se los ha llevado a no sabemos dónde. Ahora afloran en un montón de recuerdos. A veces, son como esos espinos que arrastraba el viento y rodaban y rodaban por la calle del poblado del Oeste desolado, mientras otros observaban desde detrás de las ventanas.

Un amigo me dice que eso es porque cada vez sentimos los tiros más cerca de los pies. Puede ser. Uno va a tener que echar mano – y lo hago, y la pongo de fondo, para terminar este artículo – a la música de Ennio Morricone. En lo del desierto, que cada cual elija el que más le guste. De Almería a las praderas que se extienden delante de Las Rocosas, hay un trecho…. Ojalá no escuchemos aquello de… “yo que tú, forastero, no habría venido…”




 

martes, 22 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Señas

 

 

  

        Foto. Miguel Ángel Vázquez


El día ha amanecido radiante, luminoso; el cielo azul, ni una nube; el viento en calma, tan parado, que ni siquiera los pimpollos más tiernos de los árboles se movían. Zumbaba el aleteo de las abejas. Libaban en las primeras flores de esta casi primavera que desde hace unos meses convive con nosotros.

Los hombres del campo tienen sus conocimientos fundamentados, la mayoría de las veces, en la experiencia y en la observación. Dice el refrán que “más sabe el diablo por viejo que por diablo” No me cabe la menor duda que algo de verdad hay en la afirmación.

Escudriña el cerco de la luna, el comportamiento de los pájaros, de los animales, el rumbo de los vientos, el camino que toman las nubes…. Acopia su sabiduría y luego, de una u otra manera, amasa las consecuencias y saca el pan, alimento de su propia vida.

En noviembre de 1989, en la mediación del otoño, la estación propicia para la entrada de borrascas atlánticas y, por consiguiente, época de lluvias, llevábamos una sequía preocupante. No nacían las sementeras, los pozos se vaciaban, no habían corrido los arroyos, los veneros daban de corto.

Aquella mañana del día 12, era domingo. Acudimos a El Chorro. La Asociación de Vecinos celebraba la fiesta de la Medalla de la Virgen Milagrosa. Congregación multitudinaria de personal – la mayoría vivía fuera – que acudía al reencuentro…

Luis Arana en conversación entre amigos – Paco Parras y Juan Rivero -, nos dice: mirad el cielo – una bandada de buitres sobrevolaba los picos calizos de los Albercones y el Desfiladero de los Gaitanes – el que cruza el Caminito del Rey – “cuando los buitres dejan la campiña y se refugian en El Chorro, es señal de agua y de que va a cambiar el tiempo…”

Mi amigo Miguel Ángel me ha enviado la foto que ilustra el artículo de hoy. Una bandada de buitres sobre los pinares de las Mesas de Villaverde… Él, dice que puede ser que esperan la llegada de los forestales que les traen la comida. Me pregunto dónde estaban y ayer y anteayer y el día anterior a anteayer…

Alguien acuñó: “la esperanza es lo último que se pierde”. Agrego que como, además, es gratis… Pues eso y ¿si por una vez se cumplen y se hacen ciertas las señas y viene un cambio de tiempo que tanto necesitamos? Es cuestión de paciencia…

lunes, 21 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Borge

 

 

                                 

                         

                        Nuestra Señora del Rosario. El Borge (Málaga)

 

-         Es que hoy, ¿sabe usted? - me dice un hombre joven, con barba de hace unos días, a quien pregunto-  No lo han abierto porque celebran una prueba ciclista de bicicleta de montaña, y como hay tanta gente…

-         Claro, le contesté, lo entiendo… ¡Otra vez será!

Yo iba al encuentro del museo que Salvador Pendón – generoso con su pueblo-  ha cedido a El Borge.  Más de tres mil piezas componen el fondo: objetos bibliográficos, discográficos y gráficos instalado en los bajos del Consistorio.

A El Borge se llega por tres caminos – en el mapa lo tienen como carreteras – desde Comares, Benamargosa y Cútar; desde El Rincón de la Victoria, Benagalbón y Almáchar; desde Velez-Málaga, orillando el río… Da igual. Los tres, tortuosos, difíciles, con buen piso, muchas curvas y un paisaje bellísimo. El hombre - ¡y eso que no tiene agua! – ha doblegado a la naturaleza y ha cambiado los cultivos tradicionales. Ahora crecen mangos, aguacates…

El Borge es una pincelada blanca perdida entre montañas, un suspiro morisco, un recuerdo y una lucha para subsistir en una tierra quebrada, muy quebrada. En El Borge mana el esfuerzo, la lucha contra lo inhóspito. La viña, las cepas de la viña que esperan rebrotar con la primavera, es la imagen del hombre que puede contra toda la adversidad.

Pervive la cal morisca, rejas entrelazadas; trazado de calles estrechas, tortuosas, suben, bajan ahítas de macetas con flores;  embrujo en cada esquina; chimeneas rematadas con tejas de barro, ayudan al humo para llegar a lo más alto, o sea, al cielo….

En su suelo, dice la historia que, además, nacieron Ibn-Baitar, “el hijo del veterinario”, botánico. Introdujo el cultivo de los cítricos en el río Benamargosa, antes de emigrar a Egipto; Martín Vázquez de Ciruela, teólogo en la corte de Felipe IV, murió en Sevilla como archivero de la Catedral; Luis Muñoz García, “el Bizco de El Borge” bandolero del siglo XIX que murió en Lucena…

Callejeo, me acerco al Parque La Alcúa. Remanso recóndito, intimo. Lugar para entornar los ojos y soñar. Todo es umbroso, sombrío. En unos jaulones pían cotorras, periquitos y pájaros exóticos; en otros, gallinas de Guinea y perdices; patos en el estanque; dos conejos dormitan echados junto a la valla metálica. El letrero de la puerta lo anuncia como Jardín Botánico. Entre los tejados se recorta la torre campanario de la iglesia del Rosario…Tengo pendiente una vuelta a El Borge.

 

 

domingo, 20 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La bien cercada

 

 

                                    

                                 Foto. Juan Blanco Cabrera

 

Llegó a mis manos por recomendación – uno tiene la mala costumbre de hacer caso a lo que dicen los amigos - de Fulgencio. Léete, me dijo, Paisajes de la Historia de España. Es de Fernando García de Cortázar…

Es lo que he hecho. El profesor tiene una clarividencia que solo dan los años y la formación. Ha escrito, a modo de ensayo, pequeñas reflexiones sobre hitos, acontecimientos y hechos acaecidos en nuestra Historia.

Entre otros, dedica un capítulo memorable al reinado de los Reyes Católicos – ese reinado y personajes a los que algunos analfabetos desprecian – donde habla de la talla de ambos dos, de lo que aportaron y de lo que significó su paso por aquí.

Escribe García de Cortazar, por cierto, la obra está publicada por Espasa 2021, de Santa Fe, de la toma de Granada y de las consecuencias, así como de los antecedentes a todo lo que aquello supuso, de los personajes que convivieron con ellos y de cómo lo contaron sus coetáneos como Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Oviedo o Jerónimo Münzer, que estuvo en capital nazarí dos años después de la conquista.

Dice el profesor que el ejército de Isabel y Fernando, se convirtió en el más temible de Europa. Su eficacia fue padecida por los franceses con el Gran Capitán, en Italia o luego, un poco más tarde, ya muerta Isabel, cuando el rey Fernando decidió hacerse con el reino pamplonés gracias a los buenos oficios del Duque de Alba.

Afirma que la ayuda que pidió Constantinopla y no recibió de Europa, tampoco la obtuvo Granada de los emiratos musulmanes del Magreb. La dejaron sola con sus disputas internas. El hambre y el desaliento hicieron el resto. Fue incapaz de detener la marea que venía con los cristianos.

La artillería desempeñó un papel fundamental. Alora, ‘la bien cercada’, cayo en junio de 1484, Ronda en 1485, dos años después le llegó la hora de la rendición a Málaga, por el occidente. En la parte oriental en 1489, tras un largo asedio, se rindió Baza. El invierno había sido duro, durísimo. “Hasta se helaron las viñas” dice el cronista Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios…

Granada ahora, con su cielo azul del mediodía, su vega fértil de choperas en las riberas del Genil, ve como se recorta la silueta de su Alhambra contra las cumbres blancas de Sierra Nevada.

 

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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sábado, 19 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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                            "Dios tocaba el arpa de la lluvia..." A.G. Barbeito.  (Foto de archivo)

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Lechugas

 

 

                                   


Quieren para cultivo una tierra franca, limosa, ligera, sin encharcamientos y con aireación. Aman el sol y no son amigas de las temperaturas muy bajas. Tienen buena literatura. Las presentan a manera de ensaladas, y combinan con otras hortalizas…

En la antigüedad los egipcios que sabían un montón de cosas, las consideraron como plantas con poderes sobre el sexo que, entonces, no lo llamaban de esa manera, sino que, según ellos, incidía de manera muy directa en la relación entre hombres y mujeres. ¡Qué cosas! ¿Verdad?

Los romanos, que tampoco eran tontos del todo, le encontraron unas propiedades diferentes. Difundieron que si se consumía en las cenas - de grandes cenas, en Roma sabían un mucho – propiciaba el sueño. Del vino que tomaban, no decían ni pío…

Carlomagno difundió su cultivo, y consumo por todo su territorio. Le reconocían poderes curativos como a otras hierbas y pedía que no faltase su cultivo sobre todo por ser muy poco exigente y muy agradecida a la materia orgánica.

En el siglo XXI, los hombres que estudian todas esas cosas que no estudian los demás, han llegado a la conclusión de que, además de encerrar en sí un montón de propiedades, son afrodisíacas. O sea que dicen casi lo mismo que los egipcios pero con otras palabras.

Su consumo es muy beneficioso. Es rica en un puñado de vitaminas: A, E, C, B1, B2, Y B3, vitamina K, y en ácido fólico y potásico. Poseen, también calcio, magnesio, sodio y potasio.  Su consumo diario aporta al organismo además de las vitaminas, betacarotenos que dicen los que saben que, entre otras cosas, protegen a las células de posibles daños, y ayuda en los tratamientos contra la osteoporosis… ¡Y todo eso, con solo comer lechugas! Para que luego vengan y digan: “más fresca que una lechuga”.

En las dietas alimenticias se utilizan porque su ingestión facilita la digestión, tonifica el estómago si se toma como entrante por sus nutrientes y su riqueza en enzimas.

Se cultivan en todos los puntos de España, pero tienen un sello especial las que vienen de la Ribera del Ebro. Se conocen con el nombre  de ‘cogollos de Tudela’. Es una lechuga con forma de repollo, o sea, que se parece a la col pero su textura y su presencia es diferente. Es el símbolo de aquella zona de Navarra… Ya ven y todo, por una simple lechuga.

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 18 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Luna de febrero

 

 

                    


 18 de febrero, viernes. Álora, febrero. Es un febrero raro. Se ha venido la primavera de pronto. La luna llena, en un cielo limpio de nubes, estaba preciosa. Era una luna clara, inmensa. Llenó el cielo desde muy pronto. A última hora de la tarde ya estaba entronizada sobre los cerros de enfrente y, al rato, había oscurecido a todas las estrellas que aparecen distantes en las noches cerradas.

Da gusto andar por el campo estas noches de luna. Llega a todos los rincones de la huerta. Las ramas de los árboles, quietas dan cobijo a los pajarillos que optaron por refugiarse entre sus hojas para sus horas de sueño. ¿Por cierto, ¿soñarán los pajarillos como a veces soñamos los humanos?

Uno en esas noches placenteras, deja que vuele la imaginación y, en ocasiones, tiene que ir a recogerla lejos, muy lejos. Santa Teresa creo que decía que la era ‘la loca de la casa’. Santa Teresa en eso, como en otras cosas, estaba llena de razón.

La luna pone sobre los caballetes del corral una luz suave. Los árboles, como no hace viento, están quietos como figuras encantadas y dejan inmóviles las sombras. Estáticas, solo se desplazan con el movimiento de rotación de la tierra. La luna entonces, a las sombras les da otras formas y las hace diferentes.

En la lejanía intuyo el río que sé que está allí pero que no veo. No veo tampoco la vegetación de ribera que crece en sus orillas. Desde aquí, todo está confuso bajo una neblina blanca, difusa, perdida…

Luego, cuando llegue la madrugada y cambie el aire, unas nubecillas de levante ponen un vaho sobre el cielo. Es una gasa extendida de punta a punta. Lo que hace un rato era un cielo limpio y despajado, se torna un poco sucio y diluido que pierde el esplendor que tenía a primeras horas de la noche.

Hace un rato - era todavía temprano -  bajó una zorra por la ladera de enfrente de la cañada. Las zorras bajan de la sierra en busca de su caza por senderos marcados. Son sus caminos. Los perros le han ladrado desde la lejanía, pero no han ido a su encuentro. Los animales tienen sus normas y, entre ellos, no se corren las lindes. Alora, febrero. Luna de noche clara…

 

 

 

jueves, 17 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Singular femenino

 

 

                  


17 de febrero, jueves. No se puede entender un trigal sin amapolas, ni  el Tirreno sin sirenas, ni a la Toscana sin cipreses en los campos. No es Málaga sin palomas en el parque, ni gaviotas en los mástiles de sus barcos. No se puede entender un campanario sin campanas, ni una niña sin amores, ni una aurora sin rosarios. No se puede entender abril sin azahar, ni mayo sin claveles, ni biznagas sin jazmines, ni septiembre sin varas de nardos…

Antoñita es al flamenco como el ruiseñor al alba, la alondra a la mañana o la golondrina a la primavera. Antonia Contreras es al Cante como el sol a la rosa, como la espuma a la ola que viene a dar en la playa una noche de luna clara.

No se entiende a Beatriz sin Dante, a Laura sin Petrarca, a Dulcinea sin Don Quijote. No se entiende el flamenco en este siglo XXI sin Antoñita, sin la voz de Antoñita Contreras, como tampoco se puede entender el Cante de otro tiempo sin Pastora Pavón, sin Imperio Argentina, sin la Trini, sin Fernanda o Bernarda de Utrera. Eran otros estilos, otra manera de desmadejar el Cante. El Cante es vida y la vida no se detiene. Regala lo que es esencia – y Antoñita lo es -  de cada momento.

Antoñita en su obra Singular Femenino, ha dicho que su voz es terciopelo en la manera de irrumpir en el mundo del arte, del misterio, del embrujo, de la poesía que, además de otras cosas, lleva el Flamenco en su esencia…Antoñita es luz –  por algo le dieron la Lámpara Minera en el Cante de las Minas – y oro, que a modo de Medalla, le entregó Álora una mañana de febrero…

Canta ahora a poetas ¡con lo difícil que es llevar al Cante la métrica, la cadencia, el ritmo del verso…! La letra de Sor Juana Inés de la Cruz, María Elena Walsh, Dulce María Loynaz, María Rosa Gálvez de Cabrera, Rosalía de Castro Carmen Conde,..; Juan Ramón Caro y Andrés Cansino – y otros -   le han sacado a la guitarra las notas precisas, oportunas, únicas…. Entre todos han conseguido lo sublime, lo esencial en Singular Femenino que, a modo de CD, nos regalan para deleite de los que gustamos de estas cosas del Cante.

martes, 15 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Y, ahora el vino

 

 


15 de febrero, martes. El Lazarillo era un niño travieso, ingenioso, pillo. La vida no le había dado nada y le había quitado casi todo. Desconocemos su nombre y quién escribió su historia. Su nacimiento fue en una aceña del Tormes, en Salamanca. El río viene del Prado de Tormejón, en Navarredonda de Gredos, y se entrega al Duero en Ambasguas cerca de Femoselle…

A lo que iba. Lo recogió un ciego a quien sirvió. El ciego no era un hombre bueno. Dice el libro que se hacían la puñeta mutuamente. Cuenta, “que usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando comíamos…” El niño fingiendo tener frío, usó de todas las tretas para beberse el vino. Un día, descubierto en sus ‘hazañas’, el ciego le rompió el jarrillo de barro en la cabeza y lo curó con los restos del vino que quedaba. “Lázaro, le dijo, lo que te enfermó te cura y da salud”.

Uno de los  grandes escándalos de la Historia viene después del Diluvio. Cuando llovía de verdad. No como ahora que ni llueve ni ná. Noé se encerró en el Arca y cuando la cosa se normalizó, salió a tomar el sol y bebió más vino de la cuenta y la cogió de las grandes. Los hijos, al verlo con poca ropa…. Bueno ya se sabe.

Caná de Galilea estaba de fiesta. De boda para más señas. En los casorios la gente bebe y bebe. Leñe que se acabó el vino. María que está en todo… Bueno, que si Hijo que no tienen vino, que si haced lo que Él os diga, que se lo llevó al huerto y el mejor vino… Y no solo eso. Cristo da comienzo a su vida pública.

Noche de Jueves Santo. Viene el gran día de la Pascua. Cena en Cenáculo. Comen, anuncia lo que viene. ¿Maestro, quién es? Aquel al que Yo le dé de beber… Y todo eso, y además, Jesús va y se deja caer y dice que es su Sangre y que “lo hagáis en memoria mía… O sea, final de su vida pública.

Hoy el Parlamento Europeo debate sobre el vino. Quieren ponerle  una etiqueta en la botella diciendo que, como el tabaco: “mata”. Y el pan con pringá de puchero, también… ¡Caramba con los parlamentarios! A lo mejor es que solo beben café con leche…

lunes, 14 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...

 
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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La estepa blanca

 

 


14 de febrero, lunes. En el telediario de la tarde, ayer un importante cargo de la Unión Europea declaró que debemos estar preparados para lo peor y esperar lo mejor. Es una manera de decir mucho y no decir nada, o al revés para que nos entendamos.

Las imágenes que llegan de esa tierra lejana que dicen que produce mucho trigo, son escalofriantes. Por el frío – la nevada lo cubre todo - , por el despliegue militar de ambos dos que se enseñan lo más bajo que anida en sus almas, o sea la guerra y por el pueblo, que una vez más pone la espalda y la impotencia y la resignación.

En esos campos, la División Azul, aquel componente de un ejército de españoles bajo el mando de la Alemania nazi, padeció lo indecible. Sufrieron y murieron sin saber realmente a qué puñetas habían ido. La propaganda vendió que su misión en Rusia era combatir el comunismo. Al menos eso nos decían en la escuela…

En esos lugares cayeron también las tropas más importantes de la Europa de comienzos del siglo XIX. El General Invierno venció a Napoleón. Como tantos prepotentes despreciaron al enemigo. Hicieron un avance de tierra quemada, llegaron a las puertas de Moscú. Allí los esperaron. Iniciaron el repliegue y en su desesperada huida encontraron la nada. Campos desolados, aldeas quemadas, ríos congelados… La derrota fue total.

Anida aún en su suelo, un desastre nuclear de hace unos años (1986) en Chernóbil. Nadie quiere recordarlo y lo que es peor, reconocer la radioactividad que debe andar a sus anchas por sus tierras. Decían que eso iba de durar no se sabe cuántos cientos de años en volver a la normalidad... Ahora, el desentendimiento de las dos grandes potencias, parece que lleva directo al caos, a otro caos, el de la guerra.

Las televisiones ponen imágenes de personas que huyen. Desde sus países de origen les han dicho que pongan tierra de por medio y abandonen Ucrania, tierra de estepa interminable, de llanuras infinitas, de nevadas y fríos insoportables. He leído en algún sitio, que los rusos saben soportar el hambre, pero ¿la hedonista Europa soportará el frío cuando nos corten el paso del gas? Tiempo al tiempo. La cosa pinta mal y aún puede ir a peor.

domingo, 13 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...


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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Mermelada

 

 

 


13 de febrero, domingo. Tiene un sabor diferente. No es como otras mermeladas confitadas a base de azúcar y mucho hervor en la cacerola. Tiene ese punto de amargo, como dicen los árabes que tiene que ser también el té: amargo como la vida, dulce como el amor… Algo así, pero distinto. Hablamos de la mermelada de naranja amarga.

En el campo había un dicho: “Ni antes de Navidad, ni después de Reyes”. Marcaba la fecha idónea para la recolección de esta variedad de naranja. En el puerto de Málaga se hacían embarques con destino a la industria del Reino Unido que era el principal comprador.

Es un árbol bravío, duro, resistente a las heladas, a la falta de agua, a las calores rigurosas del verano, al mal cultivo… De hecho vive en los bordes de las vías del tren, en las aceras de las ciudades, en los parques.

El naranjo amargo es uno de los arboles a los que se le saca varios rendimientos. Puede ser patrón que soporta sobre tronco injertos de otras variedades de cítricos: naranjas, mandarinas, pomelos o limoneros. Con el limón a veces ofrece un rechazo y genera un grosor a mitad del tronco – el miriñaque – que puede terminar ahogándolo y causarle la muerte.

Su flor, el azahar (como las de las otras variedades de cítricos) florece en primavera, principalmente desde finales de marzo hasta antes de entrar mayo. Perfuma las noches de abril, la cantan los los poetas y es uno de los puntos sine qua non  para que la Semana Santa tenga, además del amor de la Pasión, ese olor único, propio, identificativo…

Antiguamente ese azahar se recolectaba para hacer esencia – esencia de azahar – un perfume que los técnicos en esas labores llevaban desde el alambique al frasco y de allí a la perfumería y de la perfumería… pues eso.

Se aprovechaba el casco para alimento animal y la cáscara ya seca…De sus hojas hervidas se conseguían infusiones para dar tranquilidad al Sistema nervioso. Era una competencia con otras similares, provenientes de otros árboles como era el caso de la hoja del tilo…

Su cultivo prácticamente ha desparecido. Carece de valor comercial. Es un árbol decorativo. El Ayuntamiento de Sevilla es el mayor productor de naranjas amargas de Andalucía. Estos días, los frutos muy maduros, se desprenden de los árboles e inundan las aceras con perjuicio para viandantes. Otros, los recolectan para darles un uso industrial…

 

 

sábado, 12 de febrero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...




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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Endivias

 

 

            Brotes de endivias


12 de febrero, sábado. Ahora cuando en el aire flota esa cosa indescriptible, intima, que anuncia que aún es invierno – que no llueve - pero que viene la primera, ahora, precisamente ahora, en su mediación, es el momento de la siembra de las endivias.

Es una hortaliza (da igual que se escriba con ‘b’ de buena o con ‘v’ de virguera) llena de contradicciones. Verán. Parece una lechuga y no lo es. Necesita la luz, el nitrógeno y el agua para vivir y prefiere la oscuridad, el poco alimento y huye del encharcamiento.

Se descubrió por casualidad en 1830, por el Jefe del jardín Botánico de Bruselas, Frans Bressier. El hombre resguardó  en un sótano unas plantas de achicoria (la endivia es un raíz de achicoria) para salvarlas de las heladas que en invierno asolan Bélgica y así poder obtener posteriormente un sucedáneo del café…

Al cabo de unos meses, se percató de que aquellas raíces, en plena oscuridad, habían germinado en unos tallos blancos, comestibles, de cierto sabor amargo y de una textura muy aceptada por el paladar…

Tiene dos fases en su producción. Se deposita la semilla en suelo arenoso y con cantidad de estiércol. El humus de lombriz es el sustrato más apropiado. En otoño, esas raíces se sacan de la tierra, donde deben haberse desarrollado ya con un grosor considerable.  Se colocan cubiertas de estiércol en cajones y se riegan lo suficiente para que se mantenga la humedad. Se cubrem con tierra o con plástico negro. La ausencia de luz provoca el nacimiento de las hojas blancas.

Las endivias tienen en su composición un noventa y cinco por ciento de agua, lo que las hace muy bajas en calorías, aporta hidratos de carbono y proteínas. Es rica en fibras. Facilita el tránsito intestinal. Cuenta con hierro que ayuda a combatir la anemia y con potasio. Se usa también, como diurética.

Después de la Segunda Guerra Mundial, su cultivo y consumo se extendió por Francia y de allí al resto del mundo. En Japón tiene consideración de majar de lujo. No falta en las grandes celebraciones gastronómicas.

En la cocina española, entre otras recetas, se utiliza con queso roquefort y queso azul, nueces, anchoas y se braseadan con salmón ahumado. Otra manera de consumo es en ensalada. En su composición pueden entrar  mangos, piñas, kiwis y aguacates, nueces de la variedad Pacano, y  salsa rosa…