domingo, 31 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada

 Para ti...





Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Hamete, el Cordí, 1484

 

 

                                      



Sentado en las escalinatas de la mezquita mayor comparte consigo mismo, aislado de todo lo que le rodea, silencio y desolación. Se seca el sudor, abatido. Hamete el Cordí, alcaide del castillo de Álora, tiene la cabeza en ebullición. No sabe qué hacer, qué decisión tomar. Él que nunca pensó – aunque se lo temió – que se vería en una situación como la que vivía aquella tarde que ya apuntaba a verano…

Recordaba como una mañana de Rabi al-Awwal, tercer mes del año, muy temprano llegó al castillo en su corcel negro, Omar, el de la Atalaya. Sudoroso, la voz entrecortada. Le previno que venía un ejército  fuerte, muy fuerte. Más fuerte que ninguno de los que hasta entonces habían venido.

-         Desde Castro del Río, Alcaudete, Sevilla, Estepa y Córdoba. Jinetes, lanceros, peones, hombres de a pie…El mismo Rey y lo más florido de la nobleza, agregó, según me ha dicho mi criado Zaid, informado por un primo suyo de Arxiduna. Traen armas mortales que las llaman, lombardas, pasavolates y ribadoquines…

 

-         Hins Alura, - le contestó - no se ha rendido nunca, Omar, y estos también caerán ante nuestras murallas…

Se asentaron en el cerro de enfrente. Ocuparon el Cerrillo y el Chinar. Con el primer disparo volaron parte de la muralla. Hicieron un portillo enorme. Los hombres se aprestaban a cerrarlo con adobe. Cundió la zozobra.  Al tercer día, un segundo disparo derribó las torres albarranas por cima del Tajo de la Qera… No era un asedio como el de otras veces. Todo el castillo estaba rodeado…

Hamete supo que Abdel, Jalal y Samir – a  sus espaldas – habían ido, de noche, a parlamentar con el Rey Fernando  (Rey aragonés, consorte en Castilla por la Concordia de Segovia, la Reina estaba en Córdoba donde le informaron, después, de la conquista)… Le dolió la traición. Los llamó, y los tres se enfrentaron a él alegando que no podrían resistir lo que se les venía encima. Es más, le espetaron “¿Qué vale más un castillo sin hombres o unos hombres sin castillo? Se revolvía en sus adentros. ¿Qué pensaría Alí ben Falcun el Baezi, cautivo desde la batalla de Lopera?

¿Tendría que haberle hecho caso a Omar, el de la Atalaya? Ahora, desolado, solo, con una parte de la población ya derrotada, se preguntaba qué sería de toda aquella gente e de las casas e viñas, e huerta e colmenar e tierras de pan llevar”.

 

 

ROSAS FERNÁNDEZ, Alejandro. Arch. Particular. 2020

LÓPEZ DE COCA Y CASTAÑER, Enrique. El Reino de Granada (1354_1501)

MORALES GARCÍA, José, Geografía e Historia de Álora 2017,

BEJARANO ROBLES, Rafael. Repartimiento de Málaga en tiempos de los Reyes Católicos. Málaga 1971

 

 

 

 

 

sábado, 30 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada

 Para ti...




Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Uvas en enero

 


                               



Hasta hace poco, las uvas en invierno se asociaban a las doce campanadas de la noche última del año. Una ingestión precipitada y un sorbito de cava (al que seguimos llamando, impropiamente, champagne) acompañado de buenos intenciones.

Las televisiones nos bombardean con imágenes e informaciones del producto que viene de Ohanes en Almería, o  del Valle del Vinalopó en la zona levantina… Nos hablan de la historia, de cuando comenzó la costumbre, del transporte, de las características de las uvas.

Eso, hoy en un mundo global,  es casi la prehistoria de la fruta que llega a nuestra mesa. Queda claro que no somos el ombligo del mundo. Este planeta que compartimos ha roto las fronteras para lo bueno y para lo malo. Solo hay que pensar en el dichoso bichito que nos hace cortes de manga en cualquier esquina y se ríe de nosotros.

Desde los países del Cono Sur, desde Sudáfrica o desde las costas del Pacífico de algunos países de América, nos vienen frutas (ellos ahora están en verano) que no se producen en nuestras latitudes del Hemisferio norte en esta época del año.

Por puro azar, han llegado a mi casa.  Un supermercado de un pueblo perdido al que casi cuesta encontrar en el mapa, la ofrece a sus clientes. Me tropiezo con una uva ‘negra’, sin pepitas y con un sabor exquisito.

Uno que es preguntón y siente curiosidad por muchas cosas empieza a tirar del hilo para llegar al fondo del ovillo. Miro la etiqueta. Me cuesta leer el nombre (está en inglés): Sweet Celebration. IFG. Me voy al traductor, sweet, significa dulce. El resto se entiende…

Me entero que se debe a un ingeniero agrónomo Dragomir Ljubetic, consultor de una multinacional (seguimos rompiendo fronteras) V&F y miembro de Uvanova.

Es la variedad de uva de mesa que da respuesta a las demandas del mercado: sin semilla, excelente racimo, buen calibre, grosor y elasticidad de piel, buenas propiedades organolépticas (el sabor, de toda la vida, para entendernos), maduración, color excelente…

Es la uva que más exporta Perú a los mercados europeos, seguida muy de cerca por Chile. Desde Oriente, la India les hace la competencia en la conquista del mercado europeo. Y uno, las saborea, se deleita y va lo cuenta… ¡Qué lejos están aquellas uvas que se tomaba el Lazarillo junto al ciego en el camino de Almorox!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 29 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Estamos a tiempo

 

 

                                    


 

Las imágenes hablan solas. Ambulancias estacionadas en las puertas de los hospitales – las sirenas luminosas son aún más llamativas y escandalosas con la oscuridad de la noche -  esperan que se libere una cama. No hace falta aclarar cómo se quedan libres las camas en los hospitales. ‘Dejan’ la carga y después  se acercan hasta el domicilio de otro enfermo. Nuevo servicio de ida y vuelta.

Pongamos que hablamos de Portugal. ( En la mente, Navidad y recientes elecciones…. ¡En todos sitios cuecen habas!) Dicen, que están a tope. Ya no pueden más. Desbordados, no pueden atender a tanta demanda. Enfermos que piden socorro porque en ello les va la vida. Una demora puede ser tarde y no servir para nada el viaje hasta el hospital.

La televisión ha informado que han tomado la decisión de cerrar las fronteras con España para evitar el tránsito de personas y, en cierto modo, controlar, en la medida de lo posible, los contagios de la gente que van o vienen desde el país hermano. Tiene que quedar muy clarito que Portugal es un país hermano, algo más que ‘vecino’.

No pueden más. Las imágenes y las informaciones son alarmantes. Dicen que no tienen oxígeno. Se asfixian porque el oxígeno es imprescindible para la vida.

Portugal tiene una extensión muy similar a Andalucía y un poco más de población. España está perdiendo una ocasión de oro para enviar oxígeno desde las ciudades fronterizas. Eso se llama solidaridad. (Alemania ha ido ya, de otra manera en su ayuda).

Las grandes ciudades portuguesa están en el Atlántico: Oporto, Coimbra, Lisboa, Setúbal, Sines… España tiene ciudades fronterizas con población superior a las portuguesas. Pienso en Vigo-Tuy, Ciudad Rodrigo-Salamanca, Badajoz,  Ayamonte-Huelva-Sevilla…

España tiene que tender la mano a la población hermana que vive al otro lado de la Raya y urge establecer una cadena de vehículos especializados llevando oxígeno hasta los hospitales, al menos, a las poblaciones cercanas a la frontera: Braganza, Miranda do Douro, Guarda, Castelo Branco, Elvas, Évora, Barrancos, Serpa,  Moura, Monsaraz, Vila Real de Santo Antonio…

Sé que los hospitales españoles están dando una prueba de sobreesfuerzo humano admirable. Encomiable. Sé que los sanitarios son lo mejor, que tiene la sociedad española… Sé, también, que puede que no logre expresar los sentimientos que me han empujado a escribir este artículo. ¡Estamos a tiempo!

jueves, 28 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Si quieres que yo te cante

 

 

                           


 

Ha escrito Salvador Pendón, Si quieres que yo te cante…CEDMA, 2020. Es  una obra primorosa. Única, que hace un recorrido por los cancioneros del folclore de España en el siglo XIX…. Hasta ahí vale pero es que no es, solo eso. El autor, ha entroncado la copla arranca en el  pueblo y la ha subido al arte de los Verdiales, y luego le ha hecho la correspondencia derrama en el mundo del Flamenco.

 La copla brota en la fuente del pueblo. Dicen que la copla es anónima. No es del todo cierto. Cada copla tiene un autor con su nombre y su apellido, los desconocemos. Es la esencia del alma expandida por el aire que llega a todas partes.

A la copla se le conoce como: malagueña, fandango, folía, seguidilla, jota…. Da lo mismo. Es la expresión poética más fina, más auténtica, más veraz que sale del alma del ser humano  y busca su correspondencia en otra alma.

Salvador Pendón ha hecho un estudio detallado de los Cancioneros de Juan Antonio Iza, Don Preciso; Fernán Caballero; Tomás Segarra; Lafuente Alcántara; Demófilo; Rodríguez Marín; Ramón Caballero; Rafael Guerrero; Severiano Doporto y Melchor de Palau. Ha escudriñado sus obras y le ha hecho un seguimiento hasta donde, con las posibles variantes, se ha conocido en los rincones más recónditos de la geografía de España.

Le hace el seguimiento por América y da cabida a estudios realizados en Chile, Perú, Argentina… o Universidades de esos países, de Norteamérica o de la propia España con un recuerdo muy vivo para el mundo sefardí.

Salvador Pendón conoce el mundo de los Verdiales hasta los más profundo. Da cuenta de las Pandas, dentro de los tres estilos: Almogía, Montes y Comares y, señala, incluso, a las personas que han sido alma y vida de ellas, con nombres, fechas, actuaciones...

Hace un ojeo por el mundo del Flamenco: Manuel Torres, Sebastián el Pena, Fosforito, Camarón…. Todos los grandes. Descubre, también, a los que se han apropiado de la copla, obviando su procedencia y presentándola como suya.

Concluye la obra con cuadros comparativos de la versión del Cancionero y de cómo los Verdiales le han dado su matiz con su propia versión. La  bibliografía da cuenta de la manera exhaustiva de cómo el autor la ha trabajado. Ah, y no es para leerla de corrido, no. Hay que saborearla.

miércoles, 27 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El vino

 

 

                                  


 

Todo comenzó hace mucho tiempo, tanto, tanto que hasta se ha perdido la cuenta. Dicen – el maestro Alcántara contaba que Noé se asomó y dijo aquello de “parece que el tiempo no está de agua”, y menos mal, porque se abrieron las cataratas del cielo y estuvo cuarenta días y cuarenta noches jarreando…

Cuando cesó (lo llamaron Diluvio Universal) el Arca en la que habían pasado el temporal Noé, su gente, y un montón de bichos se paró en lo alto de un monte y vino lo del cuervo y  lo de la paloma, y lo de la otra paloma, que volvió con un ramito de olivo…

Y Noé, que era un hombre bueno, y que hablaba con Dios de tú, cuando se vio libre de la encomienda, le pegó un par de tientos al fruto de la vid destilado, a eso que llaman vino, y luego otro, y otro y… agarró una cogorza, ¡Madre, que cogorza! Sus hijos no se portaron bien con él porque el poco vino da sensatez pero el mucho… Dios los castigó. Sus hijos se llamaban Sem, Cam y Jafet.

Pasaron un montón de años. Había una boda en Caná de Galilea. Dicen, los que lo conocen, que no es muy grande el pueblo, y en tiempos de Jesús, que era de Nazaret – aunque había nacido en Belén, vamos que ya hacía bueno el refrán, “no de donde naces sino de donde paces” – estaba por allí, invitado. Se acabó el vino y María su madre, (las madres están en todo), cuando vio el problema, les dijo a los criados aquello de llenar las tinajas de aguas y…. Pero, hombre, le espetó el listo de turno, al novio, ¿cómo se te ocurre sacar el buen vino al final?

Era ya el tardecer los reunió en el Cenáculo,  en Jerusalén, vísperas de la Pascua y de todo lo gordo que se venía encima. Comieron… Y sin venir a cuento fue y les largó:

-         Uno de vosotros, me va a entregar.

Cundió, la alarma:

-         ¿Soy yo, Maestro?

Aquel, que moje el pan conmigo… Y le pasó el pan y mojó, y se largó, y se fue a hacer lo tenía que hacer…

Y luego, ya solos, les dio pan y vino y habló de su cuerpo y de su sangre y le encargó:

-         Haced esto en conmemoración mía…

martes, 26 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Permitidme que la rosa de hoy, se la dedique especialmente, a mi madre.




Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Necesidades

 

 

                                


 

“Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas”. Se le atribuye a Cicerón (Acabo de leer De Senectute Política. Carta sin respuesta a Cicerón de Pedro Olla). No sé si la cita es cierta. Está llena de contenido. Sacarle o no jugo, es otro cantar.

Hace unos años cuando eso de tener una librería (o sea, un mueble con anaqueles lleno de libros) era una nota en algunas casas donde la cultura era de esas de medio pelo. Lo digo porque en más de una, estaban  los libros envueltos aún con el papel de celofán. Otras veces, los he visto con el lomo invertido. Yo pasaba angustias y me preguntaba ¿se marearán las letras?

También tenían semicorcheas de otro pentagrama aquellos que vendían el mueble con libros ¡de madera! Presentaban una excelente muestra de titulares que daba el pego, a quien se lo diese, naturalmente, y dejaba en evidencia, además del analfabetismo de los dueños de la casa, su escasa moral al intentar engañar al posible incauto.

Están los jardines, en estas fechas, pasando su invierno. Las podas necesarias para su renovación, en esencia, su vida, la ausencia de floración en las vivaces, los fríos de las madrugadas, los aguaceros que se presentan, los aires del norte… Los jardines aguardan que llegue la primavera para mostrar todo su esplendor.

Hay un sentir general donde parece que la gente le ha vuelto la espalda al libro y opta por leer menos. Ya se sabe que la lectura lo primero que requiere es que uno sienta la necesidad de abrir el libro y navegar por su contenido. Se opta por lo más fácil. Se van por la vía de lo visual en la televisión sin entregarse a la lectura.

Hay libros que a uno lo marcan desde la niñez; luego, en la juventud, el consejo del amigo pone muchas cosas en su sitio, y en la  madurez, hace las singladura que estima oportunas. A veces vienen obras, que de una manera u otra, se presentan y… Yo he tenido la suerte que por mi casa haya aterrizado – los Reyes Magos, lo saben todo – la Obra Completa de Chaves Nogales, (de quien ya conocía algunas cosas),  Libros del Asteroide, Edición de Ignacio F. Garmendia…

Tengo un jardín que aguarda la llegada de la primavera y… una biblioteca. ¡Dios mío, qué afortunado!

lunes, 25 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Benditas sean tus manos, Señor



Lo ha publicado Marilina, esa mujer artista que ve lo que todos miramos pero solo ella ve y, luego, nos lo cuenta. Lo hago mío. “¡Benditas sean tus manos, Señor!”, ha dicho. Sí,  Benditas sean. Benditas sean ahora y siempre.

Sin que nos hayamos percatado, como solo Dios suele hacer las cosas,  ha vestido de verde los campos. Un manto nuevo como un velo de esperanza nos anuncia que la vida, a pesar de algunos hombres, empeñados en lo contrario, sigue y sigue.

Dios toca la sinfonía del viento y deja que corra a su antojo por las veredas y las cañadas y que juegue al escondite entre las quebradas y las crestas de las lomas y hace que se ondulen como olas que vienen de otro mares, y cuando le parece va y se vuelve, y hace que nos acaricie la cara  y deje esas notas que solo Él le saca cuando quiere hacerlo.

Ha hecho que las semillas nazcan esparcidas… Las que llevaron los pájaros y las que se quedaron bajo el manto de la tierra y con las lluvias de otoño y con la nieve caída y….,  ahora germinadas lo dejan todo a pedir de belleza.

Benditos sean los árboles que salpican las laderas y los purifican todo. Dios lo esparció a voleo y nos dan oxígeno para respirar limpio y nos vivifican los pulmones, y nos dan sombra en verano cuando Tú dices que vienen los meses de calor y nos hace sudar por todos los poros y, cuando se hacen viejos con sus ramas que no nos sirven, se ofrecen para dar lumbre en la chimenea o se hacen candela que calientan las mañanas heladas de jornaleros en el campo…

Benditas sean las montañas que nos pusieron tus manos para que recorten el horizonte bajo un cielo azul puro, como era azul el manto de tu madre, como es azul la llanura del mar, como es azul cuando el día llega a todo su esplendor para goce de quien quiera perderse en él…

Benditas sean tus manos, Señor, que dan formas caprichosas a las nubes y modelaste al hombre y lo dejaste, a tu imagen y semejanza, sobre la tierra. Benditas sean tus Manos, Señor. Benditas sean y ahora que las necesitamos tanto, más.

 

domingo, 24 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Mangos

 

 

                                     


 Ha llegado a nuestras mesas con retraso. Algo así como cinco mil años después de que se conociese en las regiones occidentales de la India o en tierras Birmania. De allí, se extendió por todas las regiones subtropicales del mundo. En México, probablemente, encontró su sitio, y hoy es el primer productor mundial.

El mango es como un huevo de avestruz, pero de colores y en fruta. No llega al arco iris, aunque se le acerca: verde, amarillo, violeta casi morado, naranja, rojizo… Por el color de su piel se pueden saber de él cuál es la variedad a la que pertenece.

Por su sabor está considerado, dentro de las frutas tropicales, como de las más apreciadas entre los consumidores. Une, a su azúcar, un sabor jugoso y una textura de color amarillento, además de mucha riqueza en fibra.

El árbol puede alcanzar mucha altura. Los frutos penden de sus ramas dándole un aspecto muy peculiar y característico, mostrándolo muy distinto a la manera como otros árboles presentan sus frutos. El tronco es rectilíneo de color verdoso.

El grado de madurez lo marca el color de su  pulpa que debe estar blanda e incluso desprendido algo de jugo. La pulpa del mango se puede utilizar para confituras de mermeladas, confituras, gelatinas, batidos y zumos lo que lo afianza dentro de las frutas tropicales más exquisitas.

Los expertos en nutrición hablan su riqueza en agua, de su gran aporte vitamínico, su carácter refrescante y la fácil digestión.  Entre las vitaminas que aporta está la A. Puede prevenir algunas enfermedades de tipo infeccioso, cutáneas,  mucosas, óseas, capilares, oculares y del sistema inmunológico.

Conlleva, también vitamina C, con la que se puede absorber el hierro y ayuda a la formación de colágeno. La unión de las vitaminas A y C hacen que esta fruta sea un buen antioxidante, compuesta de propiedades nutritivas para todas las personas de cualquier edad. Por otra parte, contribuye a reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cancerígenas.

Su contenido en grasa no es elevado ni en sodio ni en calorías por lo que permite que se consuma en dietas y en tratamientos de enfermos hipertensos, reduce el colesterol y es un buen controlador de glucemia.

Es España – el primer productor de Europa – se cría en las provincias de Málaga y Granada entre la cordillera Penibética y el mar porque no soporta zonas frías.

 

 

 

 

sábado, 23 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Un hoja suelta del cuaderno de bitácora. Karlovy Vary

 

 

                                    


 

El autobús partió de Praga temprano, después del desayuno. Se alejaba de la ciudad.  Pronto, salió a campo abierto. Cruzaba la llanura. “Que las olas me traigan y las olas me lleven,  / y que jamás me obliguen el camino a elegir…”  Hago mío los versos de Manuel Machado en Adelfos. Los interiorizo. Me encuentro a gusto con el mensaje. Campos verdes de cereales, plantaciones de lúpulos y llanuras donde se pierde la vista. Es la tierra de Bohemia, el paso natural desde Europa Occidental a la Europa Oriental.

A media mañana, llegamos a Karlovy Vary. La ciudad está en el fondo de un valle frondoso. Es la ciudad balneario más importante de la República Checa. Su fundación se remonta al siglo XIV, cuando en 1350 el rey Carlos IV descubrió sus aguas termales. Curiosamente, los reyes en sus cacerías encuentran fuentes en los bosques …

Un arbolado tupido la rodea. Por su centro corre el río Teplá. En checo significa ‘caliente’ por la temperatura de sus aguas, antes de su confluencia con el Eger. En Alemania, el Eger tributa al Elba. La ciudad, debe el nombre a su fundador. Karlovy, genitivo de Karl, y vary, ‘baño termal’.

Paseo por la orilla del Teplá. Edificios suntuosos. Todo es hedonismo, buen gusto, ostentación. Tiene un cierto aire de un pasado esplendoroso. Ha estado en manos del Imperio Austro-húngaro, Alemania, Checoslovaquia y ahora Chequia. Su paisaje, la calidad de sus aguas – ciento trece fuentes -  ha permitido su desarrollo como uno de los puntos turísticos más atractivos de los Sudetes.

Lujo, el placer de pasear por sus zonas ajardinadas, belleza. Subo bordeando el río. Las tiendas para turistas, ofrecen cristal de Bohemia, cerámica, un licor de yerbas…

El Gran Hotel Pupp, fue fundado en 1701 por un confitero, Johann Georg Pupp. (Hay que degustar las obleas). Caigo, sin saber cómo, por su puerta. Entro. Las olas del destino... Conserva algo – o así me lo parece – de la gente que allí se albergó: Goethe, Beethoven, Mozart, Karl Marx, Mark Twain, Antón Dvorak, Bach, o Wagner…

Sentado ante los ventanales – al otro lado del jardín - en su salón, a esas horas en que comienza a declinar la tarde, con un café delante, es el sitio ideal para escuchar la música de Malher, aunque ¡mira por dónde! él nunca estuvo alojado en estas estancias…

 

 

 

                                   


El autobús partió de Praga temprano, después del desayuno. Se alejaba de la ciudad.  Pronto, salió a campo abierto. Cruzaba la llanura. “Que las olas me traigan y las olas me lleven,  / y que jamás me obliguen el camino a elegir…”  Hago mío los versos de Manuel Machado en Adelfos. Los interiorizo. Me encuentro a gusto con el mensaje. Campos verdes de cereales, plantaciones de lúpulos y llanuras donde se pierde la vista. Es la tierra de Bohemia, el paso natural desde Europa Occidental a la Europa Oriental.

A media mañana, llegamos a Karlovy Vary. La ciudad está en el fondo de un valle frondoso. Es la ciudad balneario más importante de la República Checa. Su fundación se remonta al siglo XIV, cuando en 1350 el rey Carlos IV descubrió sus aguas termales. Curiosamente, los reyes en sus cacerías encuentran fuentes en los bosques …

Un arbolado tupido la rodea. Por su centro corre el río Teplá. En checo significa ‘caliente’ por la temperatura de sus aguas, antes de su confluencia con el Eger. En Alemania, el Eger tributa al Elba. La ciudad, debe el nombre a su fundador. Karlovy, genitivo de Karl, y vary, ‘baño termal’.

Paseo por la orilla del Teplá. Edificios suntuosos. Todo es hedonismo, buen gusto, ostentación. Tiene un cierto aire de un pasado esplendoroso. Ha estado en manos del Imperio Austro-húngaro, Alemania, Checoslovaquia y ahora Chequia. Su paisaje, la calidad de sus aguas – ciento trece fuentes -  ha permitido su desarrollo como uno de los puntos turísticos más atractivos de los Sudetes.

Lujo, el placer de pasear por sus zonas ajardinadas, belleza. Subo bordeando el río. Las tiendas para turistas, ofrecen cristal de Bohemia, cerámica, un licor de yerbas…

El Gran Hotel Pupp, fue fundado en 1701 por un confitero, Johann Georg Pupp. (Hay que degustar las obleas). Caigo, sin saber cómo, por su puerta. Entro. Las olas del destino... Conserva algo – o así me lo parece – de la gente que allí se albergó: Goethe, Beethoven, Mozart, Karl Marx, Mark Twain, Antón Dvorak, Bach, o Wagner…

Sentado ante los ventanales – al otro lado del jardín - en su salón, a esas horas en que comienza a declinar la tarde, con un café delante, es el sitio ideal para escuchar la música de Malher, aunque ¡mira por dónde! él nunca estuvo alojado en estas estancias…

 

viernes, 22 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las Españas

 

 



 

Napoleón era un estratega excepcional. Los inteligentes que trabajan mejor nadie en los mapas, también se equivocan. Cometió dos errores monumentales. No contar con los indómitos españoles y despreciar al general invierno en Rusia.

En España, el jaboneo fue de época. Cuentan que  le estaban lavando los pies, y le informan del descalabro de Bailén. No reaccionó aparentemente, estaba ausente. Le repiten la noticia. La reacción iracunda no se retrasó. Le dio una patada a la aljofaina, y se preguntó en voz alta: “¿cómo es posible que un pueblo de piojosos y envidiosos nos haya derrotado?”

Cuando avanzaban sus tropas victoriosas, quemando y arrasando aldeas, campos y ciudades camino de Moscú hacia donde se replegaban los rusos, en aparente retirada,  no conocía la trampa que le tendían. Llegó el invierno y entonces el general invierno tomó el mando. Lo  que vino después es conocido.

Un general vestido de blanco ha tomado Madrid hace unos días. Tenía nombre de mujer - ¿será por eso tan de moda de la igualdad? -  Lo ha dejado lleno de hielo, basuras, caos y un montón de problemas. Las televisiones de la capital se han encargado de informarnos.

Han olvidado una cosa muy importante. Madrid, por supuesto, es España, don Antonio Machado dijo que era “el rompeolas de las Españas”. Sabemos también, que Molina de Aragón, Albarracín,  Teruel o Vega de Liordes… y un montón de ciudades más, han tenido temperatura siberianas.

Hay preguntas que casi casi nadie responde. ¿Qué sabemos de esas Españas de olivareros con la aceituna en el árbol sin recolectar, porque son variedades tardías y allí se llevan al molino en los meses de pleno invierno, cuando en otros lugares ya es aceite?.

Tampoco sabemos de esas Españas donde siembran hortalizas que ponen la pincelada verde sobre la mesa y la riqueza de vitaminas en el organismo. Unas, cultivadas a cielo abierto; otras, en invernaderos con costes altos en la infraestructura.

No nos han contado casi nada de esas Españas donde el ganado no ha salido al campo, porque la nieve cubría los pastos. Es la España perdida en las llanuras o en los montes.

Las televisiones han decidido que lo que nos ‘tenía’ que interesar a todos, eran  las fechorías del general invierno vestido de blanco, pero en Madrid. En fin. Hay otras Españas…

jueves, 21 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Factura

 

                              


Dicen de Pla, Josep Pla, que era un poco roñica, cuando vio la iluminación de Nueva York, asombrado ante lo que tenía delante de sus ojos, y como quien no quiere la cosa, preguntó:  “Y, esto ¿quién lo paga?” Desconocemos la respuesta del interpelado.

Según los que saben de la pandemia, una de las maneras de parar lo que tenemos encima, es confinando a la gente. O sea, encerraditos en la casa. Hay otras dos, a saber, vacunas (si no se tercia un político espabilado de cualquier pelo) y mascarillas. Pero eso, hoy no toca.

Ahora piensan que se puede atajar algo del problema, con el acorte de la hora del toque de queda. Es decir, el momento en que uno tiene que estar bajo el techo de su casa. La discrepancia es total. Ya se sabe que si uno dice blanco, el otro, por no se sabe qué artilugio, dice que no. Pero oiga, ¿si está lloviendo puedo coger el paraguas? Cuando estés chorreando, te contesto… Más o menos.

Hay comunidades pulseando al Gobierno y hay parte del Gobierno que piensa que poner sobre la mesa eso de entenderse sin pelearse ni tirar los trastos a la cabeza del otro, pues como que no. ¿Tan difícil es que dos se entiendan?

Recuerdo un chascarrillo en el que se contaban que había dos que no habían discutido nunca. Decidieron un día hacerlo, y entonces, uno dice: “este ladrillo  para mí” y el otro, sin pensarlo dos veces le contestó: “Bueno, pues para ti”. (Esos, obviamente no eran políticos españoles).

Ahora hay otra polémica con el adelanto de la hora del toque de queda y con la  del cierre de restaurantes, bares, cafeterías… Exponen los afectados que tienen que pagar un montón de cosas y que con la facturación que hacen, no les llega. No les niego la razón. También me hago una pregunta ¿cuánta gente habrá, por ejemplo, un mes de enero a las nueve de la noche en las calles de Valladolid, de Zamora o en el pueblo palentino de Ampudia (por cierto, bonito de los de verdad) que supera a duras penas los seiscientos habitantes?

Cuando llegue el momento de hacer cuentas, de las que van a decir cuantas persianas no se van a subir más, va a tener plena vigencia la pregunta de Jose Pla, “Y, esto, ¿quién lo paga?

miércoles, 20 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

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Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Explosión en Madrid

 

 



 

Humo, confusión. La gente corre. Suenan sirenas de ambulancias, de policías, de coches de bomberos. La gente pregunta. No hay respuesta. Unos quieren saber porque les acongoja la angustia; otros, por la curiosidad humana ante la magnitud de tragedia.

Una explosión, que en un principio dicen que puede ser a causa del gas – en un cadena de televisión dicen que revisaban la caldera - la causante de la tragedia. Heridos en calle. Los atienden los sanitarios. Hablan de fallecidos, desaparecidos…

Todo es una interrogación abierta. La tragedia, en el barrio de La Latina, calle Toledo, junto a la iglesia de la Paloma. A tiro de piedra de la Plaza Mayor. Una residencia de ancianos afectada gravemente, cascotes en el patio del colegio que está justo al lado…

Una tarde fría, casi helada después de unas jornadas complicadas por la reciente nevada, y lluviosa de Madrid, en la mitad de la cuesta de enero, el veinte, miércoles, día de San Sebastián, por más señas.

El edificio es un esqueleto de hormigón. Ha desaparecido la fachada. Cristales hecho añicos en los edificios cercanos. Dicen que ha afectado al, a la residencia de ancianos, a las dependencias donde vive el clero que atiende a la parroquia, y lo que es peor, a personas.

La noticia ha desplazado el canto de escorpiones de los políticos – de todos los pelos - arremetiendo unos contra otros. No descarto que dentro de un rato se vuelva a la monocorde canción que ya nos tiene hartos, muy hartos. Empachados y ahítos.

Dicen que estaban comiendo….Quien pasaba casualmente por la calle, quien había salido a comprar víveres al supermercado cercano, quien había dejado aparcado el coche en la calle “que está detrás”. Salen llamas. No cesan las sirenas. La explosión: “fortísima, el edificio parecía que temblada”, dice una voz entrecortada.

Tenía para hoy otro artículo. Ante esto, uno necesariamente tiene que pensar en la pequeñez del ser humano. Estamos desprotegidos ante la naturaleza, ante las epidemias, ante la imposibilidad de parar una tragedia, que en cualquier momento se desata, sin que se pueda hacer nada y cuando todavía no conocemos ni la causa ni el número de víctimas.



martes, 19 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...





Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La luna y la agricultura

 

 



 

Los pueblos mesopotámicos, vivieron entre dos ríos míticos: el Tigris y el Éufrates. Dicen, que allí estuvo asentado el Paraíso terrenal. O sea, aquel lugar idílico donde Adán y Evan se las prometían muy felices hasta que llegó el dichoso reptil.

Al sur, las tierras eran fértiles. Las aguas de los dos ríos  la fertilizaban. Ya de por sí eran buenas, mucho más buenas que las del norte, pedregosas y áridas.

El hombre de la Mesopotamia – en este caso, el babilónico – era un   excelente agricultor. De ellos hemos conocido técnicas de irrigación y canalización de las aguas, y cómo sacar el mejor aprovechamiento de la tierra. Ellos, también difundieron el conocimiento de los astros y lo que es importante, la influencia de las fases de la luna en los cultivos y en la tierras.

De las cuatro fases de la luna, en cada una, los rayos inciden de una manera más o menos directa sobre las plantas, afectando a la raíz, al tallo y al follaje. Según qué fase, la faena agrícola que pueda desarrollarse, tiene un mayor o menor beneficio.

En la fase de luna llena, la savia se moviliza hacia los tallos. Es el momento ideal para la recolección de frutas y hortalizas de hojas, como acelgas o lechugas. Sus tallos aéreos están pletóricos.

En la luna creciente, comienza el movimiento de la savia. Es el momento propicio para la siembra de coles, espinacas…, no de bulbos que ‘se suben’ y se salen a la superficie de la tierra.

En la luna nueva, (no se ve la luna en el cielo) la savia se concentra en la raíz. Es esa fase propicia para la recolección de rábanos, rabanillas o zanahoria.

La fase menguante (tiene forma de C, a la inversa, y no se podría escribir la palabra ‘creciente’) es la ideal para la siembra de bulbos y plantas de raíz como puerros o ajos. Es también el momento de poda de plantas leñosas como vides, rosaledas, glicinias o jazmines.

El refranero piensa en la menguante de enero. Lo dice claro: “tantos días tiene enero, como ajos pierde el ajero”. Hoy sé que un amigo, que cultiva esta preciosidad de huerto ha estado sembrando sus ajos… Me lo ha dicho por teléfono, y por aquello de la inspiración que decía el maestro Alcántara “me ha encontrado trabajando”. Y yo, lo cuento…


 

lunes, 18 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...





Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nieve

 

 

                                     


 

Dijo el maestro Alcántara que no era lo mismo ver la nevada desde un camino vecinal que desde el alféizar de la ventana. Las televisiones. Las televisiones nos han transmitido el reciente temporal, en directo, desde las ventanas con más imágenes de Madrid, es verdad, que de los caminos vecinales…

Los niños que vivíamos en los pueblos del sur donde no nevaba nunca, cuando llegaba Navidad, hacíamos una nieve artificial para esparcirla en los Nacimientos. Eran montañas de sacos de yute sobre cajas de cartón y bajo un cielo de papel azul con estrellas de papel de plata. La nieve se formaba con girones de algodón, tiza molida, harina… o cualquier cosa que sembraba el suelo de blanco.

Luego, cuando fuimos jóvenes, de la nieve sabíamos por un muchacho belga, de origen italiano – su padre era emigrante – con voz de canario aflautado. Los guateques de las tardes de domingo con discos de vinilo y un pik-up pagado a plazos eran el lugar donde el muchacho, que se llamaba – y  se llama Adamo –, nos acaramelaba la tarde con: “Cae la nieve”.

De adultos, conocimos otra nieve. La magia del cine había creado llanuras nevadas – Varykino, en realidad, no era Rusia, sino las tierras de Soria –  un hombre muy guapo para las mujeres, y una mujer muy guapa para los hombre, casi  alcanzaban la felicidad que siempre se escapaba por una u otra causa. Zhivago siempre perdía a Lara… Y Lara perdía a Zhivago que viajaba en un tranvía y ella caminaba por una calle anónima de Moscú…

Estos días las imágenes han sido de una belleza inusitada. Ciudades blancas, espacios infinitos donde no se veía el fin. La realidad del hielo que ha venido después ha sido algo muy distinto.

Ciudades colapsadas, gente atrapadas sin capacidad de movimiento, lagos y ríos congelados, comunicaciones cortadas en aeropuertos y  en las vías del tren, coches abandonados en las cunetas, y algo que es peor, infinitamente, peor, vidas arrancadas de cuajo y ya hablan de varios personas encontradas sin vida bajo una tumba impoluta de nieve.

No es lo mismo, no. Llevaba razón el maestro aunque aquí no hayamos tenido que irnos a los caminos vecinales. Los alféizares de las ventanas han sido observatorios de privilegio para contemplar algo tan insólito como una nevada, de las más grandes, que se recuerdan en muchos años…

domingo, 17 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nuestra rosa de cada día

 Para ti...



Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Hermias 341 a. C

 

 

                                     


 

Susa está al sur de la cordillera de los montes Zagros en la estepa iraní, no muy lejos del río Tigris. Su clima aporta unas temperaturas extremas, por cima de los 65º en verano, y apenas 1º en invierno. Es una tierra devastada y en ruinas. Su nombre aparece en la Biblia en los libros de Ester, Nehemías (II de Esdras) y Daniel.

Los judíos que soportaron el cautiverio de Babilonia anduvieron por aquellas tierras. Allí, dicen que está el sepulcro del profeta Daniel, de allí vino Nehemías a reconstruir el templo de Jerusalén, y allí se convirtió en reina Ester al casarse con el rey Asuero al que algunos identifican como Artajerjes…

Artajerjes mandó crucificar  (341 antes de Cristo) a Hermias en Susa muy lejos de su tierra de Bitinia, a orillas del Mar Negro en la Península de Anatolia. Hermias era un gran hombre. Hermias nació esclavo y castrado en su juventud fue helenizado y educado en Atenas en la Academia de Platón.

Hermias, entre otras cosas, pensaba que el poder debía ponerse en manos de los más capacitados, limitándolo a que solo estuviese en manos de los hombres y otorgándoselo a la Ley. (¡Qué buenas le iban a correr a Hermias en estos tiempos; en aquellos, tampoco!).

Hermias piensa que la legitimidad de un gobernante le viene  dada por la razón y por la justicia. Aquel esfuerzo alumbró un régimen tan justo que algunas ciudades pidieron ser admitidas en él y ser gobernadas por Hermias. Amigo de los filósofos: Aristóteles, Erasto y  Corisco. En Asos resplandeció la cultura, su ágora, su teatro, un templo a Atenea y la gente ilusionada en su ir y venir junto al mar.

Méntor de Rodas, mercenario al servicio de los persas, - que pecó contra Zeus Xenio y despreció la libertad de los hombres - lo traicionó, lo hizo su prisionero, y lo entregó a quienes le pagaban, o sea, a los persas. Le acusaron de traición por un tratado firmado con Filipo II de Macedonia, padre de quien luego fue Alejandro Magno…

En su defensa alegó:  «Dije a mis amigos y a mis compañeros que no haría nada que fuera indigno o contrario a la filosofía». Asos dominada por los bárbaros deploró su ausencia. El, moría en una cruz. ¿Será una normalidad que, en muchos sitios, a los grandes de les pague de esa manera?