martes, 26 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Necesidades

 

 

                                


 

“Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas”. Se le atribuye a Cicerón (Acabo de leer De Senectute Política. Carta sin respuesta a Cicerón de Pedro Olla). No sé si la cita es cierta. Está llena de contenido. Sacarle o no jugo, es otro cantar.

Hace unos años cuando eso de tener una librería (o sea, un mueble con anaqueles lleno de libros) era una nota en algunas casas donde la cultura era de esas de medio pelo. Lo digo porque en más de una, estaban  los libros envueltos aún con el papel de celofán. Otras veces, los he visto con el lomo invertido. Yo pasaba angustias y me preguntaba ¿se marearán las letras?

También tenían semicorcheas de otro pentagrama aquellos que vendían el mueble con libros ¡de madera! Presentaban una excelente muestra de titulares que daba el pego, a quien se lo diese, naturalmente, y dejaba en evidencia, además del analfabetismo de los dueños de la casa, su escasa moral al intentar engañar al posible incauto.

Están los jardines, en estas fechas, pasando su invierno. Las podas necesarias para su renovación, en esencia, su vida, la ausencia de floración en las vivaces, los fríos de las madrugadas, los aguaceros que se presentan, los aires del norte… Los jardines aguardan que llegue la primavera para mostrar todo su esplendor.

Hay un sentir general donde parece que la gente le ha vuelto la espalda al libro y opta por leer menos. Ya se sabe que la lectura lo primero que requiere es que uno sienta la necesidad de abrir el libro y navegar por su contenido. Se opta por lo más fácil. Se van por la vía de lo visual en la televisión sin entregarse a la lectura.

Hay libros que a uno lo marcan desde la niñez; luego, en la juventud, el consejo del amigo pone muchas cosas en su sitio, y en la  madurez, hace las singladura que estima oportunas. A veces vienen obras, que de una manera u otra, se presentan y… Yo he tenido la suerte que por mi casa haya aterrizado – los Reyes Magos, lo saben todo – la Obra Completa de Chaves Nogales, (de quien ya conocía algunas cosas),  Libros del Asteroide, Edición de Ignacio F. Garmendia…

Tengo un jardín que aguarda la llegada de la primavera y… una biblioteca. ¡Dios mío, qué afortunado!

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