Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Envoltorios

 

 

                                 

 

Dicen, que ya casi con el pie en el estribo, se han ido a la Fuentarriba. Se han sentado, descalzadas las babuchas, ¡después de la noche que han llevado! y  han pedido un café con leche de los de verdad, no como aquel al que quería invitar la alcaldesa entonces, de Madrid para vender los Juegos Olímpicos, y una tostada con aceite de oliva para Melchor; Gaspar, lo acompaña con un mollete y zurrapa de lomo; y Baltasar, le ha puesto unas lonchitas de jamón  de Encinasola y algo de tomate y aceite.

Eso antes se llamaba…

Se han mirado; no se han dicho nada. Se han comprendido entre ellos.

-         ¿Sabe Su Majestad, pregunta uno de los pajes al Rey, cómo lo llaman ahora a eso que Su Majestad, está comiendo?

-         Sí claro. Un independiente…

Se han sonreído. Piden un zumo de naranjas. Manolo (están en la puerta del Madrugón): Naranjas de la China mezcladas con otras de Granos de Oro.  Manolo, los mira por encima de las gafas. (Ellos Sus Majestades,  en las alforjas llevan también para el camino, unos limones de los Callejones “que son mu güenos para las enritaciones”.  Lo cantaba Antonio, “el Divino”,  en sus pregones”)

Sus Majestades saben que hasta el año que viene, nos le toca darse otra vez una vuelta por el Lugar.

Quieren irse preparados y piden: ¡Manolo, unas copitas y una botella de Machaco…!

Y Manolo - que continuó a su suegro en “Madrugón” –, va y se las trae, y unos mantecados caseros y… Los ve cómo van dando cuenta y cómo baja la botella, y entonces, no dice nada, pero se acuerda de aquel Magistrado del Supremo que cuando venía al pueblo, cada mañana, le hacía una vista muy temprano y se daba ‘sus tientos callados’…

Los Reyes saben que tienen que levantar el hato… Apunta el sol;  los niños, casi despiertos. No es buena cosa que los encontrasen  todavía allí.

¡Menuda les queda a estos! Comentan. ¿Por  recoger los envoltorios del suelo?  Pregunta, un paje. No, no. ¡Con la que les está cayendo, y no se entienden entre ellos, ni en el conteo de  los muertos! Nosotros les hemos llevado alegría por un rato, y como propina, les dejaremos una nevada grande, a ver si al menos se ponen de acuerdo, aunque sea en hablar del tiempo….