viernes, 22 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las Españas

 

 



 

Napoleón era un estratega excepcional. Los inteligentes que trabajan mejor nadie en los mapas, también se equivocan. Cometió dos errores monumentales. No contar con los indómitos españoles y despreciar al general invierno en Rusia.

En España, el jaboneo fue de época. Cuentan que  le estaban lavando los pies, y le informan del descalabro de Bailén. No reaccionó aparentemente, estaba ausente. Le repiten la noticia. La reacción iracunda no se retrasó. Le dio una patada a la aljofaina, y se preguntó en voz alta: “¿cómo es posible que un pueblo de piojosos y envidiosos nos haya derrotado?”

Cuando avanzaban sus tropas victoriosas, quemando y arrasando aldeas, campos y ciudades camino de Moscú hacia donde se replegaban los rusos, en aparente retirada,  no conocía la trampa que le tendían. Llegó el invierno y entonces el general invierno tomó el mando. Lo  que vino después es conocido.

Un general vestido de blanco ha tomado Madrid hace unos días. Tenía nombre de mujer - ¿será por eso tan de moda de la igualdad? -  Lo ha dejado lleno de hielo, basuras, caos y un montón de problemas. Las televisiones de la capital se han encargado de informarnos.

Han olvidado una cosa muy importante. Madrid, por supuesto, es España, don Antonio Machado dijo que era “el rompeolas de las Españas”. Sabemos también, que Molina de Aragón, Albarracín,  Teruel o Vega de Liordes… y un montón de ciudades más, han tenido temperatura siberianas.

Hay preguntas que casi casi nadie responde. ¿Qué sabemos de esas Españas de olivareros con la aceituna en el árbol sin recolectar, porque son variedades tardías y allí se llevan al molino en los meses de pleno invierno, cuando en otros lugares ya es aceite?.

Tampoco sabemos de esas Españas donde siembran hortalizas que ponen la pincelada verde sobre la mesa y la riqueza de vitaminas en el organismo. Unas, cultivadas a cielo abierto; otras, en invernaderos con costes altos en la infraestructura.

No nos han contado casi nada de esas Españas donde el ganado no ha salido al campo, porque la nieve cubría los pastos. Es la España perdida en las llanuras o en los montes.

Las televisiones han decidido que lo que nos ‘tenía’ que interesar a todos, eran  las fechorías del general invierno vestido de blanco, pero en Madrid. En fin. Hay otras Españas…

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