domingo, 31 de enero de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Hamete, el Cordí, 1484

 

 

                                      



Sentado en las escalinatas de la mezquita mayor comparte consigo mismo, aislado de todo lo que le rodea, silencio y desolación. Se seca el sudor, abatido. Hamete el Cordí, alcaide del castillo de Álora, tiene la cabeza en ebullición. No sabe qué hacer, qué decisión tomar. Él que nunca pensó – aunque se lo temió – que se vería en una situación como la que vivía aquella tarde que ya apuntaba a verano…

Recordaba como una mañana de Rabi al-Awwal, tercer mes del año, muy temprano llegó al castillo en su corcel negro, Omar, el de la Atalaya. Sudoroso, la voz entrecortada. Le previno que venía un ejército  fuerte, muy fuerte. Más fuerte que ninguno de los que hasta entonces habían venido.

-         Desde Castro del Río, Alcaudete, Sevilla, Estepa y Córdoba. Jinetes, lanceros, peones, hombres de a pie…El mismo Rey y lo más florido de la nobleza, agregó, según me ha dicho mi criado Zaid, informado por un primo suyo de Arxiduna. Traen armas mortales que las llaman, lombardas, pasavolates y ribadoquines…

 

-         Hins Alura, - le contestó - no se ha rendido nunca, Omar, y estos también caerán ante nuestras murallas…

Se asentaron en el cerro de enfrente. Ocuparon el Cerrillo y el Chinar. Con el primer disparo volaron parte de la muralla. Hicieron un portillo enorme. Los hombres se aprestaban a cerrarlo con adobe. Cundió la zozobra.  Al tercer día, un segundo disparo derribó las torres albarranas por cima del Tajo de la Qera… No era un asedio como el de otras veces. Todo el castillo estaba rodeado…

Hamete supo que Abdel, Jalal y Samir – a  sus espaldas – habían ido, de noche, a parlamentar con el Rey Fernando  (Rey aragonés, consorte en Castilla por la Concordia de Segovia, la Reina estaba en Córdoba donde le informaron, después, de la conquista)… Le dolió la traición. Los llamó, y los tres se enfrentaron a él alegando que no podrían resistir lo que se les venía encima. Es más, le espetaron “¿Qué vale más un castillo sin hombres o unos hombres sin castillo? Se revolvía en sus adentros. ¿Qué pensaría Alí ben Falcun el Baezi, cautivo desde la batalla de Lopera?

¿Tendría que haberle hecho caso a Omar, el de la Atalaya? Ahora, desolado, solo, con una parte de la población ya derrotada, se preguntaba qué sería de toda aquella gente e de las casas e viñas, e huerta e colmenar e tierras de pan llevar”.

 

 

ROSAS FERNÁNDEZ, Alejandro. Arch. Particular. 2020

LÓPEZ DE COCA Y CASTAÑER, Enrique. El Reino de Granada (1354_1501)

MORALES GARCÍA, José, Geografía e Historia de Álora 2017,

BEJARANO ROBLES, Rafael. Repartimiento de Málaga en tiempos de los Reyes Católicos. Málaga 1971

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario