domingo, 10 de diciembre de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Una joya botánica: Hacienda San José

 

 



Hacienda San José. Málaga

 

10 de diciembre, domingo. He vuelto casi – o sin el casi – sesenta años después. La primera vez, era un muchacho. Nos llevaron a visitar a los enfermos que entonces recibían tratamiento psiquiátrico. Creo que, en el fondo, nos llevaron para enseñarnos algunas de las cosas duras de la vida.

Hoy, por un motivo de alegría. Ya no están en aquel palacio los Hermanos de San Juan Dios atendiendo enfermos. Ahora, es un centro donde se celebran ceremonias y actos sociales de relevancia. Me ha llevado hasta allí compartir, por un rato, la alegría de unos amigos. Es mejor así, aunque lo otro, lo del primer párrafo, también forma parte de la vida.

Esta hacienda está a la salida de Málaga, conforme se sube por la carretera de las Pedrizas hacia Casabermeja, a la derecha. Es una joya botánica. Encierra en su jardín plantas de América, Filipinas, Australia, China, África… Si les digo de cualquier parte del mundo ¿a qué terminamos antes?

La finca fue propiedad de José Ordoñez. Le dio el nombre de San José. La compró, posteriormente, la familia Heredia. (En Málaga las grandes cosas del XIX y parte del XX la hicieron familias, auténticos clanes, venidos de fuera, Loring, Crooke, Gross, Livermore, Scholt, Mamely; en concreto, Saénz, Larios y Heredia vinieron de la Tierra del Camero Viejo, en La Rioja).

Manuel Agustín Heredia estaba casado con Isabel Livermore. La ‘Casa Heredia’, entre otras propiedades, era dueña de una flota de 18 barcos. Navegaron por todos los mares. Los capitanes conocedores del amor a las plantas de Isabel Livermore y por congraciarse (¡Todos somos humanos!) con la señora le regalaban la mejor colección de plantas exóticas que puede imaginarse a la vuelta de cada viaje.

El emblema botánico de la Hacienda es una araucaria. Comparte protagonismo con ficus, un cedro excepcional, chamadoreas, dragos, palos borrachos… Causan asombro.

De ese vivero salieron plantas para la finca de la Concepción, enfrente, de la que era dueña su hija Amalia, hermana de Tomás Heredia, que amplió con compras la Hacienda y casada con Jorge Loring Oyarzábal. (¿Se dan cuenta el abanico de apellidos de otros lares que potenciaron la Málaga del XIX?)

Años después, Cánovas del Castillo, decidió ganar terrenos al mar y construyó el Parque que se abasteció con las plantas de las dos fincas.  Tres joyas botánicas. Hay más. Un día podemos hurgar y asombrarnos, entre otros, de las bellezas de la Cónsula, del Retiro en Churriana o del Jardín del Cementerio Inglés. Hoy el espacio no da para más…

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