domingo, 31 de julio de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España desconocida:Valvanera



  Monasterio de Valvanera. La Rioja (España). Al fondo la Sierra de la Demanda

 

31 de julio, domingo. “Fina y galana / la Virgen de Valvanera/ fina y galana / y aunque bajara del cielo / no hay pintor que la pintara” (Jota).

Subir hasta Valvanera es entrar en contacto con la naturaleza agreste y viva de las estribaciones orientales de la Sierra de la Demanda, que con la de Cameros cierran La Rioja por el Sur. Subir hasta Valvanera es encontrarse con la paz y el sosiego y con las brisas frescas que agitan los matorrales al romper la mañana.

La carretera arranca en el valle junto a Nájera. Cruza riberas de huertas y se escolta de álamos y choperas que marcan un horizonte verde y ondulante. En Bobadilla termina el somontano (territorio situado en la falda de una montaña) entre el Pico de la Perdiz y el Monte de la Dehesa en Baños de Río Tobías.  El río – el Najerilla – es un río de curso alto. Baños de Río Tobías ofrece al viajero troncos de chopos apilados en forma de pirámide y una iglesia dedicada a San Pelayo.

El paisaje es quebrado con prados y ganados que pastan en las cercanías de un caserío. En Matute donde el valle es precioso, las casas – con geranios en los ventanas -  son de piedra y los tejados ocres y ponen pinceladas rojizas entre tonalidades de verde.

La carretera serpentea rumbo a la Demanda y en Anguiano el viajero sabe que entra en la sierra. Robledales, pinos y chopos y un abundante matorral visten las laderas. Pregonan tierra fresca y con abundancia de agua. Las cumbres cercanas a los Mallos de Anguiano muestran las señas de un bosque quemado. El río encajonado y profundo arropado de nogales y fresnos, de alisos y hayedos, caracolea con la carretera que asciende en sentido opuesto a la corriente del agua.

Un puente estrecho cruza el río de nuevo y, monte arriba conduce al viajero hacia el rincón que conforman el Pancrudo, el Ocijo, la Umbría y el río Zancos. El monasterio es una mole de piedra ribeteada de ladrillos vistos. Diversos estilos se entremezclan – el gótico con el mudéjar – y culminan en un edificio soberbio.

Un grupo de gente joven participa en el interior del templo en un oficio religioso. Fuera el viento que mece las ramas ofrece distintas tonalidades de verde y, arriba, el horizonte de las cumbres, el azul limpio del cielo se ve entrecortado por las nubes que pasan…

 

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