sábado, 30 de julio de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Morena y chiquitita


                            


                     Virgen de Flores, copatrona de Álora (Málaga)


30 de julio, sábado. El Santuario de Flores se asienta a poco más de dos kilómetros del centro del pueblo, en las faldas del Monte Hacho, en la margen derecha de la antigua carretera de Málaga a Sevilla por Peñarrubia, pero que todos conocen como la carretera de Carratraca por el Tajo Azul y el Puerto de Lucianes…

Desde su explanada se divisan, a la derecha, la mole caliza de la Sierra de Abdalajís con el pico Huma como su altura más señera seguido de la Capilla, entre ambos, el puerto de Flandes; las Cuerdas, las Orejas de la Mula, El Torcal; las sierras de Loja, Gibalto, Camarolo y el Santipetri en Los Lagares; a sus pies, el río Guadalhorce abre una vega feraz camino del mar cercano entre meandros pronunciados y escoltado por el vergel de las huertas.

En el santuario de Flores hace más de quinientos  años que se venera a la Virgen de Flores. La devoción llegó de la mano de los hijos de Encinasola pueblo del antiguo Reino de Sevilla, a orillas del Múrtiga que hace frontera con Portugal y donde se rinde culto a una imagen con la misma advocación. Venían, también, otros de las Cumbres, de Freixenal, de Estepa…, que acompañaban a las tropas de los Reyes Católicos en el final de la guerra contra el reino Nazarí de Granada.

La imagen actual es posterior. Se hizo – desconocemos el nombre del tallista – en Sevilla y la entregó la reina Isabel a vecinos de la ya conquistada población de Álora que se conquistó en el mes de junio (los historiadores no se ponen de acuerdo, pero parece como fecha más aceptada la del 22) en 1484.

Es una imagen pequeña, en talla de madera que abandona los cánones del gótico flamígero para adentrase en una imagen renacentista. La Virgen sostiene en su mano izquierda al Niño Jesús. Ambas imágenes se presentan habitualmente vestidas.

El Santuario fue custodiado por franciscanos recoletos (llegaron en 1590) hasta la desamortización de Mendizábal en 1835. La copla dice que es “morena y chiquita”. No está descaminada. Decía Santa Teresa que rezar cantando es orar dos veces. Está entronizada en un camarín, precioso, que preside el templo. Un rosario de personas diariamente, a cualquier hora, acude al santuario para postrarse ante ella. A la Virgen se le reza, se le pide, se le cuentan las cosas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario