domingo, 9 de enero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Nostalgia

 

                                      


          A mi amigo Juan que me pide unas letras para acompañar su añoranza.

 

9 de enero, domingo. Era muy temprano. Era esa hora en que las calles llevan muy poco tiempo puestas y aún no se había secado el agua esparcida por el camión de riegos que baldea de madrugada. Todavía no habían subido los cierres metálicos de los comercios porque, ahora, las tiendas abren más tarde…

-         Yo quiero un café … (y señaló el mosaico donde estaban escritas las tropecientas mil maneras con las que en Málaga se pide un café…) pero no está puesto ahí.

-         ¿Y qué quiere usted? Inquirió el camarero.

-         Quiero, dijo la chica, porque era una chica quien lo pedía, uno que tenga ‘mucha agua y poco café…”

-         ¡Ah, respondió sin dudarlo ni un momento, usted quiere ‘un café americano’.

Era en el Café Central. En la esquina de Calle Santa María, en la Plaza de la Constitución – la única Plaza que en Málaga ha superado los avatares políticos que cambiaba los nombres a las calles y siguió llamándose, Plaza de la Constitución en honor a la de Cádiz, de 1812…¡Viva la Pepa¡ - y que acuñó algo tan único como la capacidad de conocer la procedencia del cliente,  que pedía, fuera de su tierra, un:  Solo, largo, semi-largo, solo corto, mitad, entre-corto, corto, sombra, nube…”

Ahora, cierra. Tiranía del progreso. Piden más pago de alquiler – se une a la jubilación de quien lo renta – del que se puede pagar y se van ciento un años de historia. Otro más que se une a La Buena Sombra, El Pombo, La Mar Chica, El Boquerón de Plata, La Tasca, La Manchega, La Cosmopolita, La Campana, Quitapenas…

Queda roto el dicho que hablaba de la ‘Ciudad bravía’, de las cien tabernas y de la solitaria librería. Por cierto, de entre estas, se nos fueron también, la Cervantes casi enfrente del Central, en la misma plaza,  la Ibérica en calle Nueva, la Denis en Santa Lucía… Allí, Jorge me vendió los primeros libros de Unamuno publicados en Espasa Calpe. ¡Menos dinero tenía uno!

Cierra el Café Central. Una Málaga nueva de franquicias, casi seguro abrirá dentro de unos meses y uno unirá el recuerdo del Central, a los patios con los grifos que gotean sobre el lebrillo de barro en el patio de vecinos en los cuadros de Leonardo Fernández, y a los tranvías que anunciaban ‘Anís del Mono’ en los de Jaime Rittwagen…¡ ‘Uno solo corto’! por favor..

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