jueves, 20 de enero de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La fuente de Paredones

 

          

                     Fuente de Paredones. Álora


Álora está en su sitio. Ni más acá, ni más allá; en su sitio. Al pie de El Hacho y enfrente a los Lagares, por los que cada mañana ve cómo aparece el sol, y luego cuando declina la tarde, se va por el Monte Redondo, camino de América, y es verdad, que yo lo he visto.

Dicen que dista en kilómetros, aproximadamente 40 de la capital (o sea de Málaga); quinientos y pico de Madrid; más de 6.600 de Nueva York; 10.800 de Ciudad del Cabo, a donde ahora con el Omicron no te recomiendo que vayas, y más de 20.000 de Dunendín, que está en Nueva Zelanda del Sur, pero eso está muy lejos. Hazme caso. Alora, en su sitio.

Al mediodía, cuando estés junto a la fuente a la que te llevo, en Dawson en Alaska, tendrán casi diez horas menos, y en Jabarovsk donde se unen el Amur con el Ussuri, en el Extremo Oriente, estarán llegando al filo de la media noche…

Vente sin prisas. Habla con la gente. Los pueblos viejos, y éste lo es, como el buen vino, hay que paladearlos. Acuérdate del de las Bodas Caná de Galilea. Pues eso. Si es temprano, toma café en el Madrugón. Manolo es el que manda aunque su hijo crea que quien manda es él. Pues no, es Manolo.

Te propongo un  paseo. Ahora está de moda eso de andar por los alreores. Zapatillas cómodas y de ropa, la precisa. Estos días suele haber escarcha, las veras del camino, blancas. Nos vamos a la fuente de Paredones.

Vas hacia la parte norte. Cuando pases por la ermita de Veracruz, entra. Yo lo hago. Y hasta sienta bien.  En la Fuente de la Manía, toma la carretera de los Llanos. El progreso le cambió el nombre. Le puso Avenida de Pablo Ruiz Picasso.

Tú, adelante. Un poco más allá del kilómetro dos y pico, en la curva del Trueno, - el “Trueno” era el apodo de Juan Ávila -  toma el camino que sale a la derecha… Por ahí antes se iba al Valle, pero a todos los que le preguntes te van a decir que es el Camino de Los Llanos.

Al final, al cruzar el arroyo, está la fuente. Siéntate junto al pilar. Escucha como cantan los mirlos en el cañaveral del sotobosque y como roncan los caños en su caída libre…

 

 

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