lunes, 29 de junio de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Fray Junípero




                           

Petra es una ciudad  pequeña de la Pla de Mallorca, no lejos de Manacor. Allí nació en noviembre de 1713. Sus padres Antonio Serra y Margarita Ferrer. Le pusieron por nombre Miguel José.

Asistió a la escuela de los franciscanos del convento de San Bernardino en su pueblo. La inteligencia del niño lo llevó a otra que tenía la Orden en Palma. Profesó como franciscano y tomó el nombre de Fray Junípero. Se doctoró en Filosofía alimentado por la doctrina de Ramón Llull y Teología Escotista. Fue profesor en la Universidad Luliana, embrión de la futura Universidad de las Islas Baleares.

Con treinta y seis años emprendió la aventura de América. Pasó por Málaga y Cádiz donde la burocracia lo retiene unos meses. Llega a Puerto Rico, y de allí, a Nueva España y por Veracruz hacia Ciudad de México. Él, con otro expedicionario,  hizo el viaje a pie, más de quinientos kilómetros. Sufre una lesión en una pierna que le acompañará toda su vida. En Sierra Gorda reemprende la labor iniciada y fracasada por otros hermanos de la Orden.

En 1776, Carlos III expulsó a los jesuitas. Les encarga a los franciscanos la evangelización de la Alta y Baja California. Fray Junípero es el lider de la nueva misión que tienen como primer objetivo evangelizar a los nativos. Encuentran una sociedad primitiva y de subsiencia a base de la caza y la recolección de productos de la tierra.

Funda nueve misiones: San Antonio de Padua, San Gabriel, San Luis Obispo de Tolosa, San Juan Capistrano, San Francisco de Asis… En Loreto, la base de operaciones. Construyen, en primer lugar una capilla, un pequeño fuerte para defensa en caso de ataques, y cabañas para los indígenas a los que  les invitan a quedarse. Alguna ciudades proclaman con su nombre el origen de su fundación: Los Angeles, San Antonio, San Francisco…

A los indígenas les inculcan el sentido de propiedad de la tierra y su integración en la sociedad española que le acarrea enfrentamientos con las autoridades. Les enseñan principios de agricultura y ganadería, les dan semillas, les introducen en las artes de albañilería, forja…, y les proporcionan ganado. A las mujeres las adiestran en las labores de cocina, costura y confección de tejidos.
La Universidad de Stanford se suma a denigrar su figura. Incluso, en la propia Palma han vilipendiado su estatua. ¿Reescribir otra Historia?








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