lunes, 27 de junio de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Vendedor ambulante


                  


27 de junio, lunes. Por el camino, a eso de media mañana, ha llegado el vendedor ambulante que nos hace una visita cada quince días por las tardes. En esta ocasión, se ha adelantado. El hombre viene desde Los Corrales – la patria chica de Ana Reverte, la mujer que mejor ha cantado por colombianas de las que yo conozco. No me hagan caso, en esto del cante, como en tantas otras cosas, soy un lego, pero como lo siento así… – en cerca de la Sierra Sur en la provincia de Sevilla.

Recorre no se saben cuántos kilómetros en esas andaduras que se hace por tierras lejanas a su pueblo. Viene con una furgoneta blanca, ni grande ni pequeña, convertida en un mini frigorífico para que las mercancías vengan refrigeradas y no se deterioren. Un detalle, claro que, de no ser así, sería un imposible. El hombre además, da una lección de economía del espacio.

Dentro del furgón, cada cosa ocupa su lugar, vende quesos buenísimos, de Martín de la Jara. Los dos pueblos están tan cerca, que solo los separa un arroyo casi siempre seco. La Junta de Andalucía cuando tuvo que construir un Centro de Enseñanza Media, lo ubicó de tal manera, que las dos localidades lo tienen a la misma distancia. Ya se sabe, las decisiones salomónicas hace mucho tiempo que las inventaron.

A lo que iba. El hombre ofrece además, garbanzos, chacinas de Carchelejo, que está en Sierra Mágina en la provincia de Jaén, y que son exquisitas. Solo tienen – los embutidos, claro -  un problema. Son incompatibles, si a uno se le va la mano, con el colesterol. ¡Qué mal repartido está el mundo, ¿verdad?  casi todo lo bueno está prohibido, es inmoral o engorda! La miel también es para nota y dulces caseros y muchas cositas…

La hora es propicia. Hace un rato que dejaron de zurear las palomas en el brocal del pozo. No acuden a beber los jilgueros al borde de la alberca, ni cantan ya los pájaros mañaneros. Deben andar en otros menesteres. Solo hay una ‘procesión’ de mirlos que buscan las brevas de la higuera. Ellos son los primeros en catarlas. Son muy madrugadores y saben cuáles son las más azucaradas de los pimpollos y como además, están a esas alturas y ellos llegan antes de que apunte el sol; pues eso…

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario