miércoles, 30 de abril de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Flores


                                                         

Si  das en ir a Flores una tarde de abril, abróchate los machos para que no te puedan las sensaciones. Ábrete por dentro y déjate empapar. La belleza te desborda. Volverás más lleno que subiste porque hasta casi su llegada, la carretera sube, casi sin sentir, pero sube.

Vino la Virgen por mor de aquello de guerras de otros tiempos. El infiel no tenía sitio. Unos contra otros. Lo de siempre. La trajeron del pueblo hermano de Encinasola. El Murtigas es raya y brazo que va con dos orillas: a un lado Portugal; al otro, España.

La cosa fue por los finales del siglo XV, luego en XVI se inician las obras de un convento. Que si ermita primera, que si misa bajo un algarrobo frondoso. Los franciscanos - recoletos - buscan el sitio: a media ladera entre el monte y la vega.

Arriba, rocas de  arenisca en  El Hacho y aulagas, romero, manzanilla, almoradux y tomillo; abajo, las huertas perfumadas de azahar en primavera. Pinceladas verdes que dio la mano del hombre con la brocha de tiempo porque pasaron ellos, y quedó lo quedó…

Dentro – el Santuario siempre está abierto – todo es recogimiento. Silencio. Desde el camarín la Virgen ve a quien llega. Se sienta. Le hablan, Le dice cosas… A veces, alguien enciende una vela; pone un ramo sobre el altar, musita palabras que van del alma al... A eso, alguien le llamó rezo.

Tota pulchra est María de Flores… o aquello de Flores aparuerunt in terra nostra… Da lo mismo. Las advocaciones marianas del Antiguo Testamento, barroco en yesería. Cantan y  pregonan: en el centro de todo, María. María de Flores…

Desde ayer, en una dependencia, han abierto un museo con recuerdos de una mujer – la Señorita Laura Aguirre – que anduvo cerca de eso que por la tierra se llama santidad. El empeño de Ángeles López y un puñado – pocos – generoso de voluntariado, lo han conseguido.


Arrullan las palomas en el alfeizar de las ventanas. Puede que ulule el viento. No importa. Por aquí se para el reloj. Si nos encontramos algún día, me lo cuentas.

2 comentarios:

  1. Amigo Pepe, yo que vengo de Flores henchido, y aunque allí vuelvo mañana, agradezco la hermosa reseña de hoy en tu cuaderno a nuestra advocación Mariana, me ayuda a superar la nostalgia que supone el final de unos días llenos de emociones.
    Quiero aprovechar la ocasión para ayudar a corregir ese error que me indicaste y está en el cartel que se encuentra en el Convento de Flores, “Virgen de las Flores”; efectivamente no es correcto porque nuestra común patrona es la Virgen de Flores, sin el artículo, ya que este nombre procede del paraje donde se ubica la ermita y, dicen, fue encontrada la imagen en Encinasola, los campos de Flores, ya que fue la denominación toponímica la que propició este nombre tan hermoso. Así que junto con la devoción, también se llevó el nombre al paraje donde está ubicado el Convento de Flores y aquí nadie tiene dudas que sobra el artículo.
    Así que somos de la Virgen de Flores, o vamos al Convento o la Ermita de Flores, ¡que belleza de nombre para una advocación mariana y para un mujer!, "porque tu nombre no quiere sintetizarse en una sola especie, las abarca todas, en plural, sin exclusión, desde la más humilde hasta la más sofisticada, ¡FLORES!.

    Quise Señora buscar,
    en florida primavera,
    alguna flor que pudiera
    a tu belleza igualar.

    Porque es la flor el candor,
    la belleza, la arrogancia,
    la perfección, el color,
    el aroma, la fragancia
    que llena el aire de olor.

    Del jardín la mejor rosa,
    el clavel de la ventana,
    de la sierra, mejorana
    delicada y primorosa.

    El jazmín y la azucena
    llenando el patio de olores,
    la margarita en el prado
    como un manto de colores.

    De entre el trigo, la amapola
    emerge en su largo talle,
    y el lirio, que alfombra toda
    la fresca tierra del valle.

    De amarillo, la retama
    quiere adornarte el camino
    y que ilusión nos depara
    que, al paso del peregrino,
    se abre la flor de la jara.

    Busqué por la Primavera
    en su explosión de colores,
    aquello que me ofreciera
    las más bellas expresiones,

    en patios y rosaledas,
    en jardines y ventanas,
    busque la flor que tuviera
    la belleza más lozana.

    Y fue, junto a la Rivera
    del Múrtiga, que se para,
    como si el agua quisiera
    servir de espejo a tu cara,

    donde te encontré, Señora,
    llena de luz y de amores.
    Patrona de Encinasola
    ¡Virgen Bendita de Flores!."

    Y añado:

    También en otra ribera
    del Guadalhorce aloreño,
    en otro lugar de ensueño
    eres Patrona y Bandera
    de Álora, que venera
    y hace surgir los mejores
    aromas, que son amores
    de su pueblo, que contento,
    te venera en el Convento,
    Bendita Virgen de Flores

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