Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Una entrá por salía: Momentos de luz

 

         

 

                         El Hacho. Álora

 

1 de marzo, miércoles. Dice el Libro que al principio todo estaba confuso. Había tinieblas que se movían sobre el haz del abismo y Dios, que piensa en todo, vio que a aquello había que darle un arreglo y entonces, precisamente, entonces, dijo “Hágase la luz y la luz se hizo”.

Y luego, Dios vio que si a esa luz la llevaba su mano la cosa cambiaba: comenzaban los colores, las sensaciones, los espacios infinitos, el cromatismo que enamora y engancha y todo aquello que al hombre lo hace sentirse más contento consigo mismo.

Dios que, además de estar sobre todas las cosas, siempre maquina algo pensó que al igual, pasado un tiempo, a un niño que sería grande de cuerpo – de palabra precisa y oportuna - pero de alma muy sensible le iba a incrustar el gusanillo de la curiosidad para que viese lo que todos miramos, pero solo él veía de manera diferente desde detrás del objetivo de una cámara de fotografía. Y a ese niño, pensó Dios, le podrían Pedro, o sea, piedra sobre la que mostraría su creación…

La verdad que no fue así como lo cuento. Pudo serlo, pero solo fue así en algunas cosas. Pedro, Pérez desde muy niño se aficionó a la fotografía. No se las guardó para él. Las contó y regaló a todos los que de alguna manera hemos querido acercarnos a su obra. Uno ante eso se queda con aquello que decía el maestro Alcántara: “el paisaje es un estado de alma”. Y, en ese momento piensa en lo grande que es el alma de Pedro…

Momentos de luz es el título que ha dado a la muestra que tiene abierta en la sala de exposiciones, La Cancula. La luz juega al escondite con ella misma. Poliédrica, directa, veraz. La luz es el reflejo de Dios en un pueblo que la ve llegar al amanecer o como juega en el prado de yerba verde o como se hace nácar en la chorrera del río, en el taraje centenario… Y uno piensa en el cubismo, en los atardeceres largos donde Osiris recibe al alma que llega en el crepúsculo de la vida transportada en las alas de un águila anónima….

Momentos de luz fragmenta la historia, las estaciones del año, la plegaria que se hace oración para rezar por la calle…. Es algo excepcional. Están a tiempo. Se ve en una “entrá por salía”. Luego, ya saben…