jueves, 19 de mayo de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Villanueva de la Fuente



            Villanueva de la Fuente (Ciudad Real). Paisaje


19 de mayo, jueves. Vaya de entrada que yo no he estado nunca en Villanueva de la Fuente. Vaya de entrada que me las he andado por medio Campo de Montiel, y por el otro casi medio… La cosa no es fácil de explicar. Verán de la parte que se asienta en Ciudad Real: Villanueva de los Infantes, Alhambra, Castellar de Santiago, Membrilla, La Solana, Las Lagunas de Ruidera… ; de la que corresponde a Albacete: El Bonillo, Balazote, Ossa de Montiel…

El Madoz, ese Diccionario Historico-Geográfico que aportó tanto y que aún no lo hemos valorado lo suficiente decía entonces que pertenecía al partido Judicial de Infantes, audiencia territorial de Albacete, diócesis de Toledo, capitanía general de Castilla la Nueva…

 ¿Hay más? Pues, sí. Está donde termina La Mancha y comienza Sierra Morena, sus aguas van, de una u otra manera, al Guadalquivir y a su tierra se le llama Campo de Montiel donde aquellos de “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”, en las luchas fratricidas entre Enrique de Trastamara, luego Enrique III y Pedro I, el Cruel”

No queda ahí la cosa.  Cervantes lo cita hasta en cinco ocasiones. Es un privilegio. Para muestra un botón: “y comenzó a caminar por el antiguo y conocido Campo de Montiel. Y era la verdad que por él caminaba” ¿Cabe más honor que perdido donde Cristo dio las tres voces y no las oyó nadie, El Quijote se haya encargado de inmortalizarlo?

Estribaciones de la Sierra de Alcaraz. Tierra de Mesta, de churras y merinas, de ovejas y lana. Tierra – dicen que la más elevada de la enorme llanura de La Mancha – por donde cruzaba una vía, de Cádiz a Roma… Ya se sabe, “todos los caminos llevan a Roma”. De la Mentesa Oretana quedan restos arqueológicos, mucho que estudiar y más por descubrir.

No he estado nunca en Villanueva de la Fuente. Cualquier día de estos es cuestión… Bueno, pues eso. Ahora que la primavera recibe abierta de capa y de rodillas, en la puerta del chiquero al verano que viene bravo y enfurecido, uno se queda con esos campos de amapolas, con esos cerros de ensueño, con esos campos ahítos de espigas, con olivares y choperas entre el horizonte y el cielo como algo muy bello al alcance de la mano. ¿Un imposible? No, no, Villanueva de la Fuente….

 

 

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