miércoles, 2 de marzo de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Susurros

 

 


2 de marzo, miércoles.Y entonces Dios le susurró, - que es como acostumbra a hablar a la gente que quiere- , a una mujer de La Puebla, La Puebla del Río, que tiene alma de niña grande y le dijo: toma el camino y vete  a la Dehesa. Recoge el crepúsculo que os voy a regalar esta tarde en la que ya se enfila el final del invierno. Aligera. Vas entre dos luces.

Y ella fue. Y cuanto estuvo allí… Se posicionó frente al acebuche que tiene forma de biznaga, el tronco largo y un nido de cigüeñas en su copa que ha dejado de ser redonda. El acebuche está como despeluznado, como si hiciera mucho tiempo que no usa el peine. La cigüeña solitaria deja que se vaya el tiempo. Se recorta entre la luz y las sombras. Emergen a voleo otros acebuches y pinos y árboles… y entonces ella pensó y desde su interior le dijo…

-         Señor, me acuerdo cuando veo esta cigüeña solitaria, de los versos Juan Ramón: “como los hombres tristes, siendo tantos cada uno solo”

Y entonces, Dios fue y le dijo. Sí, sí, se lo susurré Yo, y otras cosas también, ¿te acuerdas cuándo escribió de aquella tarde que seguían los pájaros cantando, y tocaban las campanas del campanario, y del pozo blanco y del rincón…?

Y Dios le dijo. Mira a la laguna. Es un velo de plata esparcido sobre la yerba de la dehesa a estas horas cuando el sol declina. Ya sabes, Yo, cada tarde recojo, durante unas horas el sol para vosotros y hago que brille en otras tierras. Os lo vuelvo a regalar cuando llega la mañana. Vosotros, entre tanto tenéis  oscuridad. La alumbro con destellos distantes y así algunos hombres pueden soñar con bosques encantados y con los colores que no ve: azules, rosas, celestes, lilas…

Los hombres siempre sueñan. Los sueños mueven a muchos hombres. El sol, disco de oro, se hunde poco a poco en horizonte. Se va la tarde. El horizonte se ha vestido de tonos anaranjados, rojizos… Y Dios, que está en todo, sin decirle nada a ella se dijo a sí mismo, y luego hay algunos que se empeñan en negarme… ¡No tienen arreglo!

La verdad que no fue así, pero ¿a qué pudo serlo?


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