miércoles, 31 de marzo de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Expiración

 

                                   


                                                                                   A mi amigo Jaime Rittwagen


Cuando esta noche, noche de Miércoles Santo, el reloj diga que estamos en la mediación entre la aurora y el ocaso, no se abrirán las puertas, las puertas del templo santo, donde dan cobijo durante el año, a Jesús que está expirando y su madre Dolorosa de compungido llanto…

Realmente no salen de San Pedro, como lo hicieron antaño, ahora lo hacen de una casa Hermandad construida a su lado, que poco a poco han ido embelleciendo, por fuera sus hermanos, un detalle en la ventana, que si la puerta tiene clavos, que si ¿cómo rematamos el tejado?, porque por dentro ¡Ay por dentro, lo tienen ya todo cerrado!

Un Cristo de Benlliure, que dicen que era agnóstico, ¿y qué es eso cuando se saca a la calle una imagen de tanto impacto? ¿Muerto? ¿Vivo aún? Dicen que le puso los ojos vidriados, para que en la fe de cada uno, lo tenga en medio del tránsito, ese que dicen que va de la vida a la muerte, cuando ya no cabe el retorno y Dios espera con los brazos abiertos a ambos lados, para acoger a los que vienen, que si por el camino cierto, que si por el camino descarriado.

No estará el Escudrón de la Guardia Civil, Guardia Civil a caballo, que abre paso al cortejo, que hace que algunos amigos, de los que vemos de año en año, nos saluden desde lo alto y dando media vuelta a las riendas, que hacen girar al caballo y comienzan esos sones, esos sones tan oportunos, tan distintos, tan especiales, que suenan de otra manera en Málaga, cada noche de Miércoles Santo.

No irán tampoco hombres de vista al frente, paso corto y un tricornio acharolado, pero es el de gala, que la noche lo requiere y el pueblo, que no sabe de otras historias, se rompe en aplausos y banda de música y mujeres, algunas hijas del cuerpo y otras que buscaron este medio de servicio; y hace que resuene sin que medie palabra alguna: la mayor divisa es el Honor, y es la Guardia Civil  a la que todos, en los momentos de angustia, buscamos.

Miércoles Santo, Expiración ¿en la calle? Esta noche no, esta noche, porque las circunstancias mandan, Cristo, el Cristo de los ojos vidriados, el que talló Benlliure, estará en su trono con su madre al lado, esperando, esperando…

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