domingo, 5 de julio de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pastrana






La Alcarria es una tierra, a medio camino entre Zaragoza y Madrid, pasado Guadalajara. La Alcarria es tierra de miel y pastores. Un descampado con los pueblos esparcidos, a voleo, con mucha historia y mucho abandono de los hombres que han luchado para sobreponerse al tiempo.

De La Alcarria sabemos por el Arcipreste, Juan Ruiz, por Manu Leguineche, o por Cela. Del Libro del Buen Amor se sacan costumbres, refranes; de la obra de Manu – que vivió en Brihuega – cómo es la gente; del viaje de Cela dos cosas, el libro de viajes, Viaje a la Alcarria, delicioso,  y el otro viaje, el que no cuenta en el libro pero que hizo con unas condiciones diferentes.

Por cierto, Cela, a pesar de que se lo preguntaron muchas veces no iba a Zaragoza. Nosotros, y digo nosotros porque la última vez íbamos en grupo, tampoco. Intentamos comer algo en Tórtola Henares – que todavía no es Alcarria aunque está casi en la puerta -pero no nos dieron, y nos fuimos a Torija y allí sí que nos dieron, y muy bien, en Pocholo, casi a pie del castillo, al revolver de la plaza…

De otras veces anteriores quedan marcadas imágenes de Cifuentes y Trillo con el Tajo que es un río todavía muy joven y  Córcoles y  Zorita de los Canes y Sacedón, Buendía y las aguas remansadas en Entrepeñas y Pastrana…

Pastrana amasa historia y tragedia entres sus piedras. Tiene mucho de ciudad medieval donde el tiempo se sentó en un escalón, escuchaba cómo caía el agua de los caños de la fuente y esperó la llegada del Renacimiento. Está ligada íntimamente al recuerdo de la princesa de Éboli.

¿Qué había de verdad en la leyenda de su ojo tapado? ¿Qué había de venganza hacia ella en el entramado de Escobedo, Felipe II y Antonio Pérez? No lo han conseguido averiguar los investigadores a través de investigaciones concienzudas.

La Plaza de la Hora por donde decía Cela que se ponía el sol,  un mudo testigo de tantos y tantos misterios como se encierran en las vidas de las personas, aguanta impertérrita con gente que toma el sol en sus bancos en las mañanas soleadas y frías.  





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