domingo, 5 de enero de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Ya están aquí

                                             

Eran tres, venían de Oriente y traían un séquito grande de pajes con plumas de colores, y turbantes y collares de bolitas redondas que brillan con la luz, y unos camellos de andar cansino y acompasado…
Empezaron - en el Nacimiento que montábamos en mi casa – bajando de unas montañas de corcho y gandinga, entre tomillos del Quebraero, aulagas de la jerriza del Llano de las Colmenillas y pitas del Cerro de las Viñas. Mi casa, por unos días,  olía a campo. ¡A gloria bendita!

Llegaban, - los Reyes - casi en los primeros días de enero, al umbral del portal. El portal era - porque tienen que ser así - el centro del Nacimiento. Cruzaron, primero, el río de papel de chocolate de casa de Juanico, ‘el de Bonela’, y luego, la llanura de serrín tintado de verde con anilina de la droguería del Pintor…

Por la mañana siempre ‘aparecía’ una pelota (era lo más de lo más) y ropa disfrazada de calcetines, un jersey, alguna camisa, un pantalón… Yo no le hacía caso a lo material de la vestimenta. La pelota era la ilusión; el Llanillo, el destino. Hoy me entero que abre el día con la muerte de uno grande Eusebio. Seguro que ha subido para enseñar lo que es jugar al fútbol por esos mundos por donde dicen que anda Dios…

Este año, también, han venido por mi casa: “1914-2014 Cien Años de la Primera Edición. Juan Ramón Jiménez Platero y yo. Ilustrado por Idígoras y Pachi” y “Az-zait. Antonio García Barbeito” ¿Se puede pedir más? ¿A que es verdad que existen?

Hace un rato he leído lo que escriben mis amigos: José María cuenta que Alcoy celebró la primera cabalgata en el siglo XIX; Fermín Adame que en Encinasola (no lo dice él pero lo digo, yo) que es el pueblo rayano al que se refiere, venían de...occidente  - ¡qué cosas! – de Portugal y Barbeito que su rifle Winchester no llegada…


Estos amigos míos son niños grandes. Cuando escribo estas líneas pienso en esos otros niños de los que todos nos acordamos. Pedro Rodado, ayer colgaba una foto de las que hieren el alma. Pedro, que es otro niño grande, pide: justicia social. Les hago una proposición deshonesta. ¿Si, hacemos, todos, la misma petición, podría haber algo de arreglo? Ya están aquí, pero a lo mejor para el año que viene…

1 comentario:

  1. Pepe, es una alegría ser niño, creo que todos quisiéramos no perder esa conciencia. personalmente y egoístamente por el hecho de no pensar en las circunstancias actuales, de los que viven alrededor y más lejos aún.Espero que los magos hagan algo con los que ya saben.

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