martes, 28 de enero de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Gary Gooper era más guapo

                                  

Compungido y triste. La lección bien aprendida. Recién salido de unos ejercicios espirituales, sólo ante el peligro, en Onda Cero, con Carlos Herrera, se ha presentado don José María del Nido…

Sus palabras desprenden: no pecaré más, padre; voy a ser bueno, tan bueno - ya lo estoy siendo, lo que ocurre es que usted  no me cree…- que Sevilla bajará el giraldillo cualquier día de estos y me coloca a mí en lo alto de la Giralda... Sí, sí, pero Gary Cooper era más guapo.

Solo. Carita de niño bueno. No ha roto un plato. Pido -  el tío con postura desafiante -  que me llame el juez a declarar. Le falto decir: la tardanza es la mala… el caballero Sandro Rosell a quien la Audiencia Nacional presuntamente le va a imputar por unas minucias de euros.

La ‘limpieza’ ha sido al club de sus amores; le sirve por cariño y sin ningún otro interés. Todo por amor, mucho amor. Los enemigos están fuera. Cualquier día, uno de los iluminados, baja a Colón del monumento en La Ramblas y lo sube a él para que señale: ¡por allí se va Brasil…! Sí, sí, pero Gary Cooper era más guapo.

Atraviesa, - el abogado al lado -  una calle estrecha y casi enigmática, don Iñaki (Urdangarín, por apellido). Va a por “atún y a ver al duque”. No, no. Me he equivocado. El duque (no sé si todavía) es él, va a declarar ante su Señoría. Por cierto, Señoría, el ¿atún era en conserva o fresco?


Mira, al tendido. Desafina el coro. Dicen que son el pueblo. No hacen falta ni insultos ni voces altisonantes. Sólo Justicia. ¿Es mucho pedir? ¿Bajarán a Ramón Llull del pedestal del final del Borne y lo ponen él?. Llull dijo que el amor hace esclavo al libre y al libre, esclavo y, éste… Sí, sí, pero Gary Cooper era más guapo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario