miércoles, 5 de abril de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Cristo de la Expiración

 

                           


                  Cristo de la Expiración 1938. Málaga. Obra de Mariano Benlliure. 

 

5 de abril, Miércoles Santo. El Perchel era un barrio pobre, al otro lado del río, conforme se pasaba por el Puente de Tetuán, entre la Estación de Andaluces y la Trinidad. El Perchel tenía tres parroquias – las tiene aún – con sabor cofrade. El Carmen, San Pedro y Santo Domingo.

La parroquia de San Pedro de ubica entre la collaciones de Santo Domingo – donde dice el maestro Alcántara que se escucharon las tres voces, además de en la Legión - que dio Jesús un poco antes de su muerte desde la cruz….y la del Carmen, y desde donde procesionan al “Chiquito” Pero esas son otras historias.

En San Pedro reciben veneración y culto las imágenes de la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Expiración. Decir en Málaga Cristo de la Expiración es algo así como evocar la figura de Enrique Navarro.

Hay algo más. Es hablar de la imagen de un Cristo sublime. Obra Mariano Benlliure. En Málaga también se procesiona otra obra sublime de él, el Nazareno del Paso, que desde hace unos años se venera en su  basílica por ese prurito que tiene los cofrades de diferenciarse y sacaron de Santo Domingo, conjuntamente, con la Virgen de la Esperanza, pero esta, también es otra historia.

Cuando en 1938 ofrecieron a Mariano Benlliure la realización de la imagen en la Málaga cofrade se suscitó un gran momento duda. Es más, algunos lo tildaron de atrevimiento Mariano Benilliure se proclamaba como agnóstico….

La obra es tan sublime, tan excepcional que nadie ha osado a ponerle un mínimo reparo. El autor tomó ese momento, inmediatamente anterior a la muerte, donde los ojos vidriados dicen que ya no se sabe si el último momento de la vida… o el primero de la muerte.

Mi amigo Paco Rengel, que se fue con ‘su’ Cristo hace unos años, en su pregón de Cuaresma dijo que era el momento del tránsito donde el hálito de vida era el último antes de entregar el alma a Dios…. Era el instante en que el alma sale del cuerpo y se funde con Dios. Paco, que sabía muy bien lo que decía, bordó aquella noche en un pregón casi oración eso que todos le rezamos al Cristo cuando en uno de los tronos más originales – el otro, el del del Coronado de Espinas – obra de Félix Granda procesiona por las calles de Málaga…

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