domingo, 28 de noviembre de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Milagros

 

                                           


28 de noviembre. Domingo. Desde muy temprano celebran una prueba deportiva por las calles del pueblo. Tiene un nombre en inglés. No sé cómo a la gente se les ocurre esos nombres tan raros. Es una combinación entre carretera de bicicleta y atletismo. Hace frío, bastante frío.

A media mañana, un viento gélido, medio malhumorado, ha dejado el cielo limpio de nubes. Agita los pimpollos de los cocoteros de la Avenida. Es un viento que sopla del noroeste. O sea, el terral en versión de este final de otoño o lo que es lo mismo, algo que hace insoportable estar en la calle. La gente joven lo aguanta casi todo.

Por cierto, hablando de gente joven salta la noticia. Un chaval viola a una menor de edad en un polígono de Dos Hermanas en Sevilla. Cada día hay más desquiciados, cada día más con el norte – bueno, el norte y los otros tres puntos cardinales – perdidos.

Dicen que buscan la felicidad en el alcohol, en la droga,  en la velocidad… Lo cierto es que la buscan y no la encuentra. No se quieren enterar que han equivocado el lugar de búsqueda. Y así va la cosa. Entre virus, noticias de muertes y violencia a uno le entran ganas de no ver la televisión.

Me envía Sebastián una nota donde me informa que la hermandad de Gloria que esta mañana ha  procesionado por las calles de Málaga suele hacerlo en torno al 27 de noviembre, cercano al primer domingo de Adviento, y  que recuerda la intersección de la Virgen de los Remedios en el maremoto que sobrevino al terremoto de Lisboa en 1755.

La recuperaron de esta celebración se hizo en el año 2000. En todos los tiempos cuando los acontecimiento naturales desbordan y dejan al descubierto la impotencia, el hombre se agarra a las intervenciones divinas… Tan sobrado en algunas cosas y tan limitado, en otras.

La gente se ha echado a la calle para “ver” las luces en el centro de Málaga. Calles intransitables. Aglomeraciones. ¿Qué va a venir de todo esto? Tampoco se sabe qué futuro les espera a muchos trabajadores de Unicaja. Parece que la cosa está muy fea. Problemas.  El miedo es libre; el peligro, real. Hace frío, mucho frío por fuera y… por dentro. A lo mejor, eso de pedir milagros y mediaciones divinas no era cosas de otros tiempos…

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