domingo, 10 de marzo de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tres en uno






Alguien diría que tiene que ver con  un producto que lo soluciona todo; no. Se puede pensar en magia para las cosas,  a lo mejor no va tan descaminado. Alguien se pregunta a qué viene esta  galimatías. Está en lo cierto aunque desconoce todavía la respuesta.

Corren tiempos de Pasión. Pregones, presentaciones, besamanos,  Vírgenes y Cristos a ras de de suelo, o sea a la altura de quien se acerca y, como aquella de la figura que, a escondidas, cuenta el Evangelio, que quiso tocar la túnica de Él….
La cosa comenzó el viernes por la noche. Iglesia de la Vera Cruz – “la verdadera Cruz donde murió Cristo”- dijo Mari Pepa Muñoz que presentaba el cartel de la Piedad. Lo bordó. Esta mujer, sabe de lo que habla y llega a quien tiene que hacerlo.

Sábado por la noche, parroquia de la Encarnación. Se acumulan sentimientos. En el preámbulo de la Eucaristía - en la homilía se pide ‘operarios para la mies que es mucha;  los obreros, pocos’, no lo dijeron así;  ese era el mensaje -  se bendice una imagen nueva de María Santísima del Amor. El autor, Rafael Cornejo…

Y luego, sí, sí…, entonces llegó él. Comedido, directo, emotivo, sentido y profundo; campechano, - a veces con una mano en el bolsillo o con los brazos entrecruzados - con los papeles sobre el atril y la palabra al corazón.

El hombre con esa media voz que se ha echado ahora quizá para acompañar a la nueva figura con un montón de kilos menos… hablaba y hablaba. Contó de la niñez, de la juventud, de la madurez. Enfocó su presentación porque presentaba el cartel de la cofradía, obra de José Carlos Torres (ojo a este artista),  todo bajo  tres premisas: amistad, humildad y amor. Mensaje a navegantes: “¿qué hago yo aquí?” (Él se lo planteó la primera vez que se puso bajo el varal de San Juan). El hombre se llama Fernando Martos Pérez.

Junto a donde rompían, hace muchos años, ahora no,  las olas, en las Atarazanas de Málaga, o sea  en San Juan, Paco Valverde, presentaba un cartel para Fusionadas. Yo no pude estar. Cuentan y no acaban. Se quedan cortos. Paco Valverde es lo que dicen y algo más. Paco Valverde arrancó con el pincel en la escuela de Leonardo Fernández. Ya vuela solo. Va a dar que hablar… Al tiempo.





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