martes, 12 de marzo de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El morse del campo





Punto y raya; raya, punto, punto, punto; punto; punto, raya, punto, punto…. Se ha puesto en marcha el morse del campo. Telegrafía, sin hilos ni cables, cada mañana, a los cuatro puertos,  en signos que solo entienden los pájaros y las abejas que liban y el viento que viene y se va y el azul del cielo que se viste de nuevo con tonos celestes…



Están reventones los brotes de la higuera. Primero el fruto; a duras penas rompen las yemas y se convierten en  hojas nuevas. Asoman  un pespunteo de timidez, encaje de verdes, - “verde que te quiero verde / verde viento, verde ramas” que pregonó Federico -  entre la desnudez de haber pasado lo más duro del invierno.


Rompen las hojas de la parra. Ahora dejan de ser sarmientos. Venden vida; luego, racimo  al amparo de los pámpanos en la mesa del Corpus – “Porque ésta es mi Sangre” – y uva en la pisa y pasa en el pasero y cobijo en la noche de otoño cuando ulule en las chimeneas el viento y el autillo en los árboles viejos del camino.


Hay un revuelo de hojas nuevas en los granados y en los membrillos del borde de la alberca donde bajan las golondrinas – que hogaño, todavía, no han venido -  por el barro para sus nidos. Despuntan amapolas en los trigos. No quieren quedarse atrás los prunos y los ciruelos y los albaricoques que quieren ser los más tempraneros.



Las almendras se han recubierto de terciopelo verde. Cambiaron la nitidez inmaculada de la flor en lo más crudo de enero por un capote de esperanza – dicen que la esperanza es verde – y se asoman a los pimpollos y caracolean con los jilgueros y verderones y camachuelos.



Pasión a pasión. Cuaresma a cuaresma camino del Viernes Santo y del Calvario,  cada año diferente, cada año maravillosamente igual. Puntean con su morse el morado las florecillas del borde del sendero. Todo es eclosión y vida.

Me vienen a mano los versos de fray Juan de Yepes y, entonces, hay que  rumiarlo: “mil gracias  derramando pasó por estos sotos con presura…” y todo eso que  sigue y que sabemos y mientras tanto el campo usa su morse de punto y raya, y punto y…Está en la puerta;  busca un descanso en el alféizar de la ventana la primavera.

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