jueves, 14 de marzo de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Brisa de primavera







Esta mañana cuando el sol apuntaba desde el otro lado de los cerros de los Lagares - ¡ay que ver lo que anda el sol cada día para ganarse el pan con el sudor de su camino ¡– había un pespunteo de azahares en la huerta.

Habían fichado – porque, aunque no lo crean, los pájaros también fichan – el cese de la actividad nocturna los ruiseñores. Pasan las horas de oscuridad en la alameda del arroyo y ellos, que saben más que nadie de cómo van algunas cosas, son amantes de andarse por los andamios de la madrugada cuando otros duermen.

Pespunteo de sensualidad. Azahar de los naranjos amargos, la primera. Contrarresta la acidez que la naturaleza, o sea Dios, les da, y va y juega y ofrece el mejor de los perfumes de todos los olores del campo.

Dice el maestro Barbeito que “el aire de primavera / es una copla sin alas”.  Dice el maestro, también, que aprende a volar y que los cantes corren de boca en boca, y se hacen guitarra… El maestro que dice muchas cosas bien dichas sabe de brisas y mañanas,  de rocíos y escarchas y, del otro Rocío, y de Simpecados…

Estaba esta mañana la brisa suelta. El campo tenía ese hálito del sediento que llega a la fuente que hace un tiempo que dejó de manar y entonces, de vez en vez, parece que asoma una gota a modo de espejismo y él se aferra a esa gota divina. Las fuentes del campo tienen manera de caprichos de algodón. Alguien les ha cambiado el indicador de los caminos. Se van por otros lados.

El campo pide a Dios que mande agua. “San José Bendito, agua”…, Las rogativas salían en procesión. Se llegaban a los sembrados que rodeaban el pueblo. Ahora ya no hay costumbres de esas cosas aunque la gente del campo lo pide y lo pide y, además, por dentro les arraiga un convencimiento. Ellos  tienen quien les haga el milagro, y si no, que se lo pregunten a aquel cuando todas las patronas de la provincia concentradas en la capital eran vitoreadas por los propios.

-         “Tó es pa ná – vociferó sobre los demás- la Virgen de Flores, trabá hace más milagros que toas juntas”.

Y, digo yo, y si, por un suponé, se lo pedimos a Ella…




1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu cita, amigo Pepe. En cuanto a pedirle la lluvia a la Virgen de Flores, ahora mismo.

    ResponderEliminar