jueves, 8 de febrero de 2024

Un hoja suelta del cuaderno de bitácora. Granada de rosas y bosques

 


Granada. Río Darro, Paseo de los Tristes.

Amantes que vais a Granada, por la Cuesta de Gomerez, frente al Albaicín, subid a la Alhambra y allí mirad como juegan al escondite ente los arrayanes el sol y el agua. Amantes que vais a Granada pedid que siga cantando Estrella con voz de ángeles que bajan al son de la guitarra…

Romero San Juan lo dejó dicho: Id al lugar adonde van los que aman, id a buscar la rosa perdida en la Alhambra. ¿Era roja? ¿Era blanca? ¿Por cierto, de qué color es el amor? ¿Será morado de pasión? Por cierto, solo sé que en medio del bosque profundo y misterioso es donde tiene todo sentido.

Puede que el viento bambolee las copas de los cipreses y salte el agua por las acequias y baje por las atarjeas. Sonora melodía que toca cuando tiene al alcance de su mano las cuerdas del arpa.

Id a esos rincones donde dicen a encontrase las almas. Puede que la luna dé aún más blancura a la Sierra. Puede que brote el encanto del Darro que besa los pies de la Alhambra. Puede que juegue acurrucado juego con los sueños. Puede que, por las esquinas, cuando se tope con vosotros, se vuelva el viento.

Subid porque lo pide el cuerpo por el Paseo de los Tristes - ¿recuerdos, nostalgias, sueños que aguardan su momento? – y caminad junto al río, despacio, sin prisa, como quien mece el tiempo, y ved cómo se asoma a las ventanas el misterio.  Ha salido a vuestro encuentro.  Ensueño y princesas encantadas y murmullo sonoro que salta entre alfombras de berros…

Amantes que vais a Granada id de la mano por la orilla y pasada la Casa de la Chirimías, subid por la Calle del Candil y luego, por la de San Juan de los Reyes y, antes del final, en la Cuesta del Chapiz, bajad, otra vez, al encuentro del río y del agua… Amantes que vais a Granada no dejadlo para luego. Es ese, es solo ese, y recordad que el amor está entre las celosías y el viento.

Amantes que vais a Granada mirad la nieve, siempre la nieve eterna de la Sierra con estrellas frías bajo el embrujo de un cielo encantado, bordado de primores. Sorbos de compás y cantos, poesía hecha de embrujo y encaje…

Id a mirar los espejos del agua, agua de aurora, agua de nieve derretida, ‘agua oculta que llora’ que recorre galerías de anhelo, de sueños, de amores imposibles perdidos en otro bosque. Amantes que vais a Granada…

 

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