El Guadalorce viene de lejos. Nace Alzaores arriba, entre las Sierras de Camarolo y Gibalto donde las provinicias de Málaga y Granada se dan la mano entre calizas, aulaga, retamas y los aires fríos que en invierno visten de escarcaha el campo.
En la Fuente de los Cien Caños, en Villanueva del Trabuco, lo meten ‘por verea’. Luego, sigue camino con si quisiera rendir tributo al Guadalquivir y le dice un adiós a la leyenda de amor en la Peña de los Enamorados en Archidona, y a las mil y una torres de iglesias y conventos en Antequera...
Parece un río de capricho. Sin saber por qué, da un giro a la izquieda y embiste como los toros de casta, a la mole caliza de la la Sierra de Abdaljís y en el Gaitanejo la rompe en dos y salva el desfiladero y se abre a la vega feraz camino de la mar.
Arriba las ruinas de Bobastro encierran la historia de una rebelión. Omar Inb Hafsun le hizo frente al Califato. Guerrillas…, y el error de prensentar batalla abierta en Poley.. Es el comienzo del fin.
Abajo Bomchillar, en su orilla de la margen derecha, al pie de la Sierra de la Pizarra, que muy pocos conocen por ese nombre. Está más extendido el de la Mesa de Villaverde que es la cumbre pero en el fondo una parte de todo el macizo…
Simonet identifica el actual cortijo, con la Bobaxter romana. Con Roma, el Guadalhorce, entonces navegable hasta Cártama. Son numerosos los restos de villas y quintas de los patricios de aquel tiempo. Mosaicos, fragmentos de estatuas, fuentes, trozos de piezas de mármol que formaron parte de pedestales, hoy son naturaleza muerta en muchos museos.
En el siglo IV, en época relativamente próspera, aunque con reservas, puede hablarse del fenómeno socioeconómico donde se aprecia un desplazamiento de las grandes propiedades hacia villas rústicas. Se conocieron como el nombre Villae. En la zona de Álora ha pervivido en el tiempo lo que en su día se llamó Villa Pompilia, en Bombíchar.
Hechos del pasado en la mano de hoy...
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