Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Huelva, su hora

 

              Monumento a Martín Alonso Pinzón. La Rábida (Huelva)

4 de junio, domingo.  Es el momento de Huelva; lo tuvo hace unos años con los invernaderos, Almería; ahora le toca a Huelva. Huyo del tópico de ibéricos y gambas y del turismo de casas rurales, costas y playas. Si las cosas se hacen ordenadamente y con cabeza es la hora de Huelva…

Verán. Últimamente ha estado en portada de periódicos y televisiones: Doñana, con el dichoso acuífero. El Rocío hace solo unos días que ha congregado miles de personas venidas de lugares lejanos o próximos, da igual. Ahora, le llega por el dichoso boicot en Alemania a la fresa y frutos rojos.

Huelva puede ser la provincia más completa de las ocho que, por ahora, componen Andalucía. A lo mejor, cuando venga otro don Javier de Burgos y haga otra reforma, la cosa cambia. Y de lo hablado ni mijita.

                     Ruta de los Molinos. Cortegana (Huelva)

Tiene Huelva, Sierra, desde Aracena a Encinasola y por medio deja puntadas tan bellísimas como Sanlúcar del Guadiana, Aroche, Aracena, todo el Andévalo. Dehesa y frondosidad en Alájar, Linares, o Fuenteheridos donde nace el Múrtiga y más adelante se llama la Ribera, para que le cante Jarcha a la Virgen de Flores…

Es la hora del Condado. Terrenos ondulados inmejorables para el cultivo de la vid y hasta donde llegan las brisas del Atlántico para darle eso que llaman bouquet y que los hace especiales.

                       Ermita del Rocío. Almonte (Huelva)

En la marisma, el Rocío. (Solano de las marismas…, ¡ay solano de las marismas si tú supieras…!) y coto y vegetación y miles de pájaros que llevan y traen, según qué tiempo, su alma de un lugar a otro. Son esos pájaros que una noche sentimos cómo cruzan el cielo porque tienen que cumplir su ciclo.

Por el mar de Huelva se va el sol, cada tarde, camino de América, por el mar de Huelva – entonces de llamaba Reino de Sevilla, pero da igual – se fue un aventurero de nombre Cristóbal con otros tan aventureros o más qué lo era él. Eran hermanos, de apellido, Pinzón. Iban también otros, de los que desconocemos casi todo pero fueron imprescindibles…

Del campo de Huelva, de Moguer por más señas, llegó un borriquito de la mano de un poeta (hace unos días se ha conmemorado el aniversario de cuando se nos durmió para siempre) y que se llamaba Juan Ramón; el borriquillo Platero.

Huelva tiene para más, para mucho más. Yo lo que no tengo es espacio…

                       Marisma. El Rocío. Almonte (Huelva)