jueves, 8 de diciembre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pals

 

                                                       


Islas Medas. Ampurdán (Gerona)

8 de diciembre, jueves. Escribo una mañana gris de otoño. Llueve. Dicen que para dentro un rato lloverá más… La borrasca viene desde el Estrecho. El sol, a ratos, entre nubes dora las cumbres de El Torcal y le pone una dulzura de luz y miel que solo le regala en momentos determinados del año.

He vuelto hace unos días y en mi retina aún conservo la imagen de una ciudad medieval. Impera la piedra. Manda el buen gusto y el silencio al transitar por calles desiertas. El pueblo se llama Pals. No está junto al mar, pero sí muy cerca. Desde sus murallas, en el mirador de Pla, veo entre brumas los islotes de las Islas Medas. En la lejanía se antojan fantasmas que están ahí para asustar a los navegantes perdidos.

Pals está enclavado en el Bajo Ampurdán, a tiro de piedra de la Costa Brava y casi a pedir de mano de la frontera francesa. Cerca de Palafruguell y de Llofriu. Entre el mar y el macizo donde se enclava hay una llanura pantanosa. Pinos piñoneros y pinos carrascos y una vegetación mediterránea de olor penetrante y fuerte. Dicen que es famoso el arroz de Pals fruto de la laguna y del terreno pantanoso que le da nombre, pero yo no lo he probado.


Pals. Ampurdán (Gerona)

Subo por la calle del Bebedero (Carrer de l’abeurador). Es una calle amplia, empedrada y en cuesta. Una tienda, conforme se sube, a la izquierda, ocupa un portal amplio con una puerta desproporcionadamente grande. Invita a entrar. Tras pasar el escalón un mostrador y tableros de ‘pecados’ penden de cañas largas, de estanterías a propósito…Un vendedor que vende, si es necesario para hacer dinero, su alma.

-         Tienen ustedes buen ‘material’ le digo.

-         Sí, me responde, aunque yo no soy de aquí, soy de Begur, en el macizo, a cinco kilómetros al sur…

Me da a probar los sabores más sofisticados de embutidos donde, además del tradicional de Vich, ahora, para atraer otros posibles ‘pecadores’ lo emborrizan en cebolla, en ajo, en pimentón, en…

-         Tome, tome, me ofrece, sabiendo que la viña está libre de guarda.

Compro en La casa dels Fuets y lo anoto y lo cuento por si alguien quiere pecar como pequé yo… pues eso, ya sabe el camino.

Luego me pierdo por el pueblo. Es uno de los pueblos bonitos, bonitos, bonitos de verdad….



                           Calle del Bebedero (Carrer de l’abeurador). Pals. Gerona 


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario