domingo, 11 de diciembre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El canto del lúgano



11 de noviembre, domingo. A eso de media mañana cuando dejó de llover, me eché a andar por la carretera de Flores. Antes de llegar al llano de las Colmenillas entre unos cardos resecos del verano escuché un canto de un pájaro diferente. Era el canto de un lúgano. Hacia años que no escuchaba esa melodía…

El lúgano es un pajarillo pequeño, diminuto, muy confiado que deja que el hombre se le acerque, pero, eso sí, guardando las distancias que su seguridad le marca. Algunas veces se le pude confundirse con un chamariz por su pequeñez.

El macho del lúgano tiene una mancha de plumas negras en su cabeza, el obispillo – el espacio que hay entre la base inferior del pico y la panza- es de color amarillo. También son de ese color las alas – en los extremos negras - il igual que la cola. La hembra tiene un color más parecido a la aceituna que ya está casi madura.

El lúgano vive en cualquier punto de Europa y Asia. Los veranos los pasan en las proximidades del Círculo Polar; los inviernos, en el Sur, si bien se adelantan a los fríos. Comienza a llegar desde mediados de otoño hacia adelante.

Es un pajarillo que se alimenta de semillas.  Gusta de hacer su vida en los bosques y allí aprovechan la maduración de olmos, chopos y álamos. A veces se alimenta, también de las semillas de las coníferas y, en ocasiones, agrega a su alimentación los brotes de hierba tierna que nace con las otoñadas.

Es un pájaro que se adapta a vivir en cautividad. Es muy valorado por el silvestrismo.  Algunos amantes de la cría de aves – canarios y jilgueros en jaula – los utilizan como especies colaboradoras por su docilidad. Se reproduce en primavera, pone de dos a seis huevos y sus nidos son pequeños en los extremos de las ramas a la que es difícil llegar. Utilizan musgos y yerbecillas secas para hacerlos más confortables a sus crías. 

Es una especie muy extendida por todo el continente por lo que no se le considera que esté, por ahora, en peligro de extinción. Su canto seguirá apareciendo por los campos y con su plumaje vistoso hará que se sigan confundiendo con otras especies también muy pequeñas. Se hibrida con canarios, aunque también puede ocurrir en la naturaleza de manera espontánea sin que exista ninguna posible intervención del hombre.

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