miércoles, 20 de noviembre de 2019

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Alejo







Alejo era tío grande en cuerpo y en alma. Una persona excepcional. Diferente a todos. A Alejo –Alejo Jesús García Ortega -  lo conocí al principio… y al final. Parece un contrasentido. No lo es.

De muchacho estaba muy ‘lejos’ en edad y formación. Siempre, irradiaba una luz especial. Perdimos el contacto. Él se fue a Madrid. Hizo carrera en Pueblo; luego, Radio Nacional…

La madre regentaba un estanco en calle Armengual de la Mota. “La señora, me dijeron, es la madre de Alejo, el periodista que está en Madrid.”. Les conté que lo conocía, que lo admiraba y que hacía mucho tiempo que no lo veía.

Pasó el tiempo. El Maestro Alcántara, otra vez, como siempre,  el  nexo. Coincidimos en el Rincón; luego, en Álora. Lo trajo a una Semana de Cultura Andaluza. Nos veíamos cada vez que había ocasión. Siempre deseada, intensa y corta.

-         Pepe, me dijo, averigua por qué el Express de Madrid  para solo  dos minutos en Álora.

Intenté convencerlo. El Express, como nosotros lo llamábamos, no tenía parada en Álora, y si alguna vez detenía su marcha era por algún cruce con otro tren que vendría con retraso. El Express no esperaba a nadie. No lo convencía.

Quería visitar la Escuela Rural de los Padillas para ver la campana que él puso en la capilla. Agustín y yo le dábamos larga… Que si el arroyo, que si el camino, que si… No le queríamos decirle que la habían vendido.

Carlos Lagares, me dio plaza para presentar uno de mis libros en el Ámbito Cultural del Corte Inglés. Como ‘espadas’  aquella tarde, el Maestro Alcántara, Alejo, Paco Rengel y Agustín Lomeña… El que suscribe no servía ni para llevar el botijo del agua.

Nos encontrábamos. Me comentaba, me decía, me corregía: “Pepe, sujeto, verbo y predicado; adjetivos, los menos, y si es posible, ninguno”. Maestro Alejo, soy un mal discípulo. No te hago caso pero esta tarde otoñal que hemos despedido a Eugenio Chicano he tenido ganas de hablar de ti, de recordarte. 
Quiero ser tan conciso, como tú aquel Sábado Santo 9 de abril. ¿Te acuerdas? Voz entrecortada porque subiste al micrófono, en el tercer piso, a marcha de exprés, para dar la noticia. Se había legalizado el Partido Comunista; otro Partido Comunista, distinto a aquel está a punto de entrar en la Moncloa. ¿Qué te digo? si tú estás en el sitio donde se sabe todo…




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