miércoles, 6 de junio de 2018

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Hasta luego



Se va la primavera. Lleva paso seguro. Sabe que tiene los días contados y se despide con la parsimonia de quien no quiere marcharse. Tiene, en su andar, esas pinceladas claras, determinantes con la que el campo dice que cambia de ciclo y anuncia un ¡hasta luego!

El estío ha asomado la cresta por las lomas. Amarillean los trigos – las cebadas lo hicieron antes – quedan por arrancar los garbanzales, las arvejas y algunas leguminosas tardías -, las espiguitas de las cunetas anuncian que su crecimiento se ha acabado y son raspas convertidas en pequeñas lanzas.

Han florecido las retamas y las genistas. Flores amarillas, intensas tienen un resistencia superior al resto de otras yerbas que, como ellas, arrancaron en primavera. La genista es flor de verano. Resiste el calor. Se muestra pletórica. Ha vencido a todas sus hermanas en la batalla por la supervivencia.

En la huerta aparecen la primeras yerbas de verano: patagallinas, bledos…, la grama se extiende a ras de suelo. Da  cobijo a los cigarrones y bajo su rastra aparecen los caminos de hormigas que llevan, inexorablemente, grano a su granero. ¿Para qué? Si cuando lleguen los fríos ellas estarán en su propio sueño…

Al amanecer se extiende una niebla tenue. Dicen los que saben que son productos de las diferencias de temperaturas entre la tierra que ya no se enfría por las noches y las corrientes de aire que soplan y bajan y siguen el curso del río. No lo sé. ¡Hay tantas cosas que no sé! Veo como se recortan en la lejanía las sierras calizas y todo tiene otro encanto.

Mi vecino, esta mañana muy temprano, arrancaba las papas. El monte verde, frondoso, se tumbaba bajo el golpe certero de la azada. Ayer matas frondosas, ahora restos de una batalla perdida porque se cumple el ciclo. ¿Y los ajos, le pregunto, cuándo le toca a los ajos? Para San Antonio, me dice… ¡Ah, el campo con su calendario propio!

Ha pasado un tren. Va entre la frondosidad de árboles que orillan la vía. Ese tren por la hora y por la configuración, es el media distancia que va a Sevilla…  Un poco antes un repiqueteo continuo anunciaba la bajada de barreras. Ahora, que acaba de salir de la estación va lento, con pereza. El tren lleva viajeros que seguro van cargados de sueños…




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