Mi amigo Bartolomé, a quien
conozco desde hace – solo faltan unos meses – casi sesenta años me pone un
correo. Viene de Madrid. Ha esperado en Atocha la salida del AVE de
Málaga. Es el primer tren de la mañana. Dice que a esas horas solo estoy
levantado yo. No está falto de razón.
Le contesto que si no se duerme
con la marcha del tren verá amanecer por
las llanuras manchega y que podrá hacer bueno aquello que contaba Cervantes: «La del alba sería cuando don Quijote
salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya
armado caballero, que el gozo le reventaba por las cinchas del caballo”.
Seguimos
un rato de cháchara. Casi nos estamos telegrafiando el viaje. Me dice, al rato,
cuando le pregunto si está cruzando Sierra Morena, que ya está en Córdoba. En
una hora, le respondo, en Málaga…
Comentamos
que a esas horas es también un momento espléndido para pensar en aquello de “mil
gracias derramando / pasó por estos sotos…” y todo eso que sabemos. El sol ya
estará un par de palmos sobre el horizonte.
Le
pregunto cómo puede vivir en su pueblo de adopción, o sea Benalmádena con esa
vorágine de coches y gente. Me contesta que lo sufre, a diario, sobre todo
cuando ejerce de abuelo y tiene que acercarse a Málaga.
Por
cierto, casi me coge el amanecer en aquella zona. Es la noche de San Juan. La aglomeración de los que regresan de las
hogueras en la playa invade la calzada. La circulación lenta, casi parada. No
se anda.
No
vi por allí al conde Arnaldos ni por supuesto a ningún caballo que se acercase
a beber a la playa. Era otro personal. Me daba la impresión que bebía, pero
otra cosa…
Tercia,
un poco de después, Sebastián. Elogia – siempre él tan dadivoso – la lingüística
y la semántica. Sebastián está de broma. Para broma la de ese nota que se le ha
ocurrido pedir que derriben el acueducto de Segovia para acabar – según leo en
el periódico, El Comercio de Gijón, viernes 22 de junio – con un símbolo de la ‘opresión’ de los romanos. Seguro busca un
minuto de gloria. ¿A que cuadra que ‘hay gente pa tó’? Pues eso.
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