Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Jueves Santo

Jueves Santo, luna de Nisan en el cielo, y Jesús Nazareno que baja de las Torres al encuentro con su pueblo. Abajo, el bullicio, arriba, el silencio.  Un cielo de atardecer, arreboles sobre los cerros y el sol que se hunde poco a poco, lentamente, y pone pinceladas violetas – moradas, esta tarde tienen que ser moradas – naranjas, rojos…

Se ponen en marcha. Todo va con lentitud. El gentío no deja… Es un desorden organizado, se queda estrecha la calle Ancha, que es amor amor que juega con la brisa al escondite con su ‘Barranquero’. No se cabe, baja el trono. Banderines Paracaidistas, túnicas moradas de nazarenos, medallas que cuelgan de los cuellos, cirios que apaga el viento…

Pasa el trono del Señor. Es casi noche cerrada. El lubricán deja tintes de misterio. Comienza entonces, la bajada del Cristo Crucificado de Estudiantes. Se aligera un poco el gentío. La bajada, sin prisa, ceremoniosa, como solo se puede mecer a Dios clavado en un madero.

Llega a la Plaza el Nazareno, el Crucificado asoma por la primer curva de la calle Ancha. No cabe, parece que toca las paredes blancas con las yemas de sus dedos… Lo mecen con mimo, como se hace con   Dios dormido que tiene una cara de infinitamente bueno.

Luego se aleja el Nazareno, ya está en la Plaza Cristo Crucificado y se abre, enfrente, el templo. Estruendo de bandas de músicas. En el dintel, María Santísima del Amor y San Juan Evangelista. “Madre, ahí tienes a tu hijo, hijo, ahí tienes a tu Madre”, La humildad es el patrimonio de los grandes ante Dios.

Se hace un poco de sosiego y entonces… Entonces aparece Ella. María Santísima de los Dolores Coronada bajo palio. Han hecho filigranas, el trono casi  roza el suelo porque sin caber cabe por la puerta grande que se quedó pequeña…

Está encendida la candelería, la apaga la brisa. Repique de borlas, bambalinas y un esfuerzo colosal. El nivel de los escalones, el peso, ¡tiene este trono, mucho peso¡ Brazos tensos  para salvar por un momento el peligro que supone poner a ras de calle tanto peso… y una voz que sale - no se sabe de dónde - y exclama cerca, muy cerca: “¡Cómo viene la Virgen!”.

Jueves Santo, luna de Nisan, primera luna nueva de primavera en el cielo,  pero  este año, por lo que se ve, no toca…