martes, 7 de abril de 2020

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Cristo de la Buena Muerte




Dicen que nadie en el Tercio sabía quién era aquel legionario, el Cristo de la Buena Muerte, sí. Dicen que nadie sabía su historia, el Cristo de la Buen Muerte, sí.

Dicen que aquel hombre, a quien la suerte hirió con zarpa de fiera, se fue a los brazos del Cristo -  de su Cristo - y se durmió como quien reposa la cabeza en el último suspiro y allí se quedó porque sin saberlo él, el Cristo de la Buena Muerte – “al que no se le piden cosas para el trayecto sino para el final” - lo esperaba en Santo Domingo desde no sabía él cuándo. Y dicen y dicen….

Los papeles viejos cuentan que era allá por el XVI, en 1579, cuando se fundó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Procesión severa y seria. Salían en Viernes Santo. La orden dominica, en el corazón perchelero, le cedió los terrenos necesarios para capilla y panteón… Nacía - años después junto al Cristo de la Buena Muerte - una Congregación, Santo y Seña, de la Semana Santa de Málaga.

No se sabe cuándo se produce el entronque de Pedro de Mena con la Congregación. El imaginero nació en un agosto granadino, y murió en un otoño malagueño del siglo XVII. No importa ni el día ni el año. Los papeles lo dicen pero ¿qué más da? De Granada se trajo el misticismo y de Málaga tomó la brisa que venía del mar y todo quedó marcado en su obra.

Se instaló en calle Afligidos, para ‘estar cerca de sus hijas’ profesas en la Abadía del Cister, en frente, y junto a la Catedral donde dejó una de sus obras maestras, el Coro. Después vinieron otras: María Magdalena, Ecce Homo, San Francisco de Asís…. Y el Cristo.

Una aciaga noche  de mayo… Era 1931, el fuego devora Santo Domingo y muchos templos más de Málaga… Entre otras obras desaparecidas, el Cristo de la Buena Muerte…. Legión, Buena Muerte, Santo Domingo, Perchel y Mena… y España sin entenderse. Papeles, muchos papeles dicen eso y más cosas.

En la noche del Jueves Santo, las ramas tupidas de la Alameda, no serán el palio verde pespunteado por  estrellas de fe, ni habrá gente agolpada en su acera musitando en sus adentros… “soy un novio de la muerte / que va a unirse en lazo fuerte / con tal leal compañera”, porque, este año, ya se  ve, no toca…




No hay comentarios:

Publicar un comentario