Mayo,
26, lunes
Tiene
los ojos grandes como la luna de abril que va de noche, sola, por las lomas
sembradas de trigos que apuntan a espigas y, luego, cuando llega la calor, la
primera calor, granan y son harina de pan, pan bendito en la Hostia consagrada.
Tiene
los ojos grandes como el brocal del pozo, - el que está allá abajo, entre
adelfas, en el arroyo - donde Platero se asomaba y veía su figura, y sus orejas
largas que siempre que sentía curiosidad lanzaba hacia adelante, y su cabezota para que los niños pasasen sus
manitas inocentes en caricias que envidiaban las estrellas.
Tiene
los ojos grandes como lo inalcanzable, como las palabras únicas: amor, madre,
ilusión, vida, pasión...Como la voz embrujada de Antonia Contreras, como el encanto
de los violines de Vivaldi, como el misterio de Peer Gynt…
Tiene
los ojos grandes como la luna que se levanta en el horizonte una noche de mar
en calma, y riela, y deja una estela de plata sobre las olas quietas, sobre el
azul que se oculta para dejar que sea ella, solo ella, quien tenga todo el
protagonismo y avance entre veleros de nácar y sueños de marineros.
Tiene
los ojos grandes como la luna que se asoma por los montes y esquiva con un
quite por cigarrera la veleta del campanario y deja que toquen las campanas a
gloria, a vísperas, a procesión del Corpus, a…
Tiene
los ojos grandes como la luna que se baña en el río las noches de primavera con
olores de jazmines nuevos y azahares que perfuman las huertas, y escucha el
canto de ruiseñores entre chopos, alisos, y álamos de la ribera…
Tiene
unos ojos grandes que van pregonando paz, paz, paz… y se pierden como se pierde
el eco por los campos y se acuna en las ramas de los olivos alineados,
guardianes de bálsamos y ungüentos para alumbrar a Dios.
Alguien
dijo que los ojos son el espejo del alma, y entonces voy y me paro, y me
pregunto, si sus ojos son así ¿cómo será su alma?
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