28 de enero, martes. Lo ha dicho el
telediario. Bueno, el hombre que informa del tiempo en el telediario de Canal
Sur. Ha informado que están blancas, o sea cubiertas de nieve las cumbres de La
Sagra, Santiago-Pontes, el Puerto de la Mora y Sierra Nevada (ésta, y en este
tiempo, como que no es noticia ¿verdad?)
Yo la última vez que anduve por allí era verano – pernocté en Huescar, el de las “Maritoñis” -. Porque no está lejos me llegué hasta el pie de presa que remansa las aguas del río Castril.
En Sierra Seca - parque natural arriba - si gustas de eso de las grutas te toparás con la Cueva del Muerto con estalactitas y estalagmitas y con la de don Fernando que dice ser la más profunda y larga de la provincia de Granada.
Pinares salgareños, enebros y sabinas trepan laderas y barrancos... Ahora porque es invierno reverencian al fuego y por quince de agosto, a la Virgen... de las Trampas.
Volví por donde mis pasos y, a la izquierda, encaré hacia el embalse de San
Clemente. Coroné la presa y seguí adelante, para luego, una vez en la otra
carretera, tomar una desviación - campos de soledad y esparto cuando te apartas
de las sierras - y me llegué al Puente de las Ánimas, que no es más que restos
de acueducto del Canal de Carlos III que no llegó a terminarse. Como tantas
cosas en España.
A mediodía, cuando el sol estaba en lo más alto, un pastor, al borde del
camino, retornaba en busca del bocado reconfortador y del sesteo.
- ¿Cómo está la carretera, pregunté - para Santiago de la Espada?
- Es estrecha y tiene muchas curvas,
y no es mala.
Puse tierra de por medio. Me acerqué como quien lo hace a algo mágico y
mítico, es decir, como casi con reverencia, a La Sagra. Ahora (era verano) en
invierno, y si el día está claro, la verás tocada de blanco; si no, envuelta en
la niebla y el misterio. Bien. Ya la tienes enfrente. Es la primera mole de la
Subbética y la tercera de Andalucía. Sigue, sigue mirándola, parece como
surgida del fondo que sólo una fuerza sobrenatural y telúrica pudo elevarla tan
arriba.
El paisaje, en verdad, es hermoso. Hoy, parecer sopla de poniente, pero si
cuando vayas sopla del norte, como la he visto algunas veces, el cielo va a
estar más azul y los pinos más verdes. Las altiplanicies casi desérticas y
áridas, y como paisajes lunares se pierden en el fondo del valle. Todo quietud,
silencio y belleza… Yo esta tarde la gozo en el recuerdo desde la distancia.
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