sábado, 25 de enero de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora.

 


                    Gallinero de Soria. 


25 de enero, sábado. La Sierra de los Filabres, en Almería; Tierra de Campos, en Palencia; Las Hurdes, en Cáceres; El Señorío de Molina de Aragón, en el Alto Tajo, en Guadalajara; las Merindades, en Burgos; Las Cuencas Mineras, en Teruel; la Comarca de Oncala, y, al otro lado, conforme se baja hacia el Cidacos; Las estribaciones  de la Sierra del Alba, en las Tierras Altas de Soria...  Y suma y sigue.

Todas ellas son España. Asientan en sus suelos pueblos en la agonía de sus vidas. Se quedan sin población, o sea, esperan su muerte. En un pueblo sin habitantes la desaparición llama a la puerta. A eso denominan unos la “España vaciada”; otros, la “España, vacía”. La verdad que no sé dónde está la diferencia.

Benitagla (50 hab); Escobar de Campos (33); Ladrillar (90); Torremocha (6); Tobera (23); Salcedillo (11); Villarroya (3), Estepa de San Juan (13 ); Gallinero de Soria (86)…. Aquí, también, hay un suma y sigue. Las cifras cambian de un día para otro. La edad de la población manda y en días fríos de invierno pues… “Verde y con asas”.

Muchas - diría que todas -, de esas comarcas las he recorrido. En algunos de esos pueblos he hablado con el abuelo que estaba, sin esperar a nadie junto al pilar de la fuente. Aguardaba con quien hablar. Siempre hay un hombre.... Es de lo más gratificante que uno trae de un viaje. Los viejos casi siempre están solos. Necesitan que se les hable. Con tal de dar un poco de hilo a la cometa vuela y vuela. Se va a alturas insospechadas. Podría contar tantas y tantas cosas. Salvo excepciones…

En un lugar pregunté cómo ir a un determinado pueblo:

- “Aquí, me contestó, los caminos los hacemos para las bestias y para nosotros”

Entendí que estorbaba. Saludé cordialmente y ahuequé el ala. Cuando viajo, en cambio, por las tierras de Almarza, saco, en la distancia mis buenos modales y, cordialmente, saludo a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en Gallinero. Quizá fue lo último que vio mi antepasado (mi ‘García’ es el suyo) cuando en la mediación del XVIII se vino de allí hasta aquí…

- Hasta luego, digo. Y sigo ruta, porque yo nunca digo, adiós. Tonterías que tiene uno en la cabeza… ¡Ya ven!

Hace unos días, leía sobre un pueblo, primo hermano, de todos los que se asientan en los lugares por donde corren los mismos vientos que barren las cumbres del Calar Alto. Decía el artículo que su nombre, difícil de pronunciar, es de origen bereber, Benitagla, y significa “hijos de la tribu de Tagla”. Por cierto, nunca he estado allí. La tardanza es la mala…

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