14 de enero, martes. Los
mallos de Riglos, formaciones geológicas a modo de piedras verticales (desconozco
el porqué del nombre), marcan el paisaje de un lugar bellísimo. Se encuentran en
Riglos, pequeña localidad que no llega a cien habitantes. Pertenece al
municipio de Peñas de Riglos y se ubican, en lo que se llama Hoya de Huesca, en
el prepirineo, cerca del río Gállego. Quedan un poco lejos de aquí…
Los maios (en la
transcripción con ‘y’, mayos) tienen que ver con el folclore. Tampoco
están cerca. Se celebran en Galicia y en otros territorios de España. No tienen
ninguna connotación con la geología. Exaltación la naturaleza, el amor y la belleza
del campo. Se celebran entre finales de abril y la noche de San Juan… Los
cantan, en rondas, nocturnas, los mozos.
La letra de un “mayo” recoge:
“La ronda a decirte / que el mayo llegó / ya suena el laúd / bajo tu balcón,
/ tienen las veredas flores / flores con olor / claridad en las aguas, /
hierbas con verdor”.
No tiene nada que ver con lo
que nos ocupa. Me quedo con la realidad cercana. Tienen distinta grafía. Me aflora en la memoria que Álora, tiene
también sus ‘mallos’ (al menos así se me antojan).
Álora está enclavada al pie del
macizo de El Hacho, una continuidad del “flyschs del Campo de Gibraltar que
cubre tectónicamente el Maláguide. Dice la geología que se prolonga - El Hacho
- hacia el monte Redondo constituidos por la molasa del Mioceno superior.”
Obviamente lo he copiado. Me documento para aclararlo. Soy sincero, me sabe a
chino, pero si los dicen los que saben…
Los flyschs, son facies rocosas - sigo sin enterarme - de origen sedimentario
compuestas por alternancia rítmica de capas de rocas duras cohesivas (calizas,
pizarras o areniscas). Me quedo casi igual que con el párrafo anterior... Lo de
calizas, pizarras y areniscas, me aclaran algo, no mucho, pero algo; Maláguide:
terreno duro, difícil de cavar que dificulta las labores agrícolas. De esto ya
me entero algo más.
A sus pies, en Álora una hacienda rural: Los Peñones
de Juan Díaz. Aparece en Escrituras de 25 de abril de 1776 otorgada por el
eclesiástico Pedro Díaz Castro y Lobato por la que funda Capellanía con “un
cortijo de 66 fanegas con olivar en los Peñones de Juan Díaz”. Comienza en la
ladera Este de las estribaciones de la Sierra del Hacho, a orilla de las
Lomillas, y cercano al Baece. Circunda todo el monte hasta concluir a las
espaldas, o se a sol poniente y frente al cortijo de la Droga. Estos ‘peñones’
y los mallo, por su aspecto exterior, se me antojan como primos hermanos…
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