martes, 14 de enero de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Los Peñones de Juan Díaz

 

                         


14 de enero, martes. Los mallos de Riglos, formaciones geológicas a modo de piedras verticales (desconozco el porqué del nombre), marcan el paisaje de un lugar bellísimo. Se encuentran en Riglos, pequeña localidad que no llega a cien habitantes. Pertenece al municipio de Peñas de Riglos y se ubican, en lo que se llama Hoya de Huesca, en el prepirineo, cerca del río Gállego. Quedan un poco lejos de aquí…

Los maios (en la transcripción con ‘y’, mayos) tienen que ver con el folclore. Tampoco están cerca. Se celebran en Galicia y en otros territorios de España. No tienen ninguna connotación con la geología. Exaltación la naturaleza, el amor y la belleza del campo. Se celebran entre finales de abril y la noche de San Juan… Los cantan, en rondas, nocturnas, los mozos.

La letra de un “mayo” recoge: “La ronda a decirte / que el mayo llegó / ya suena el laúd / bajo tu balcón, / tienen las veredas flores / flores con olor / claridad en las aguas, / hierbas con verdor”.

No tiene nada que ver con lo que nos ocupa. Me quedo con la realidad cercana. Tienen distinta grafía.  Me aflora en la memoria que Álora, tiene también sus ‘mallos’ (al menos así se me antojan).

Álora está enclavada al pie del macizo de El Hacho, una continuidad del “flyschs del Campo de Gibraltar que cubre tectónicamente el Maláguide. Dice la geología que se prolonga - El Hacho - hacia el monte Redondo constituidos por la molasa del Mioceno superior.” Obviamente lo he copiado. Me documento para aclararlo. Soy sincero, me sabe a chino, pero si los dicen los que saben…

 Los flyschs, son facies rocosas - sigo sin enterarme - de origen sedimentario compuestas por alternancia rítmica de capas de rocas duras cohesivas (calizas, pizarras o areniscas). Me quedo casi igual que con el párrafo anterior... Lo de calizas, pizarras y areniscas, me aclaran algo, no mucho, pero algo; Maláguide: terreno duro, difícil de cavar que dificulta las labores agrícolas. De esto ya me entero algo más.

A sus pies, en Álora una hacienda rural: Los Peñones de Juan Díaz. Aparece en Escrituras de 25 de abril de 1776 otorgada por el eclesiástico Pedro Díaz Castro y Lobato por la que funda Capellanía con “un cortijo de 66 fanegas con olivar en los Peñones de Juan Díaz”. Comienza en la ladera Este de las estribaciones de la Sierra del Hacho, a orilla de las Lomillas, y cercano al Baece. Circunda todo el monte hasta concluir a las espaldas, o se a sol poniente y frente al cortijo de la Droga. Estos ‘peñones’ y los mallo, por su aspecto exterior, se me antojan como primos hermanos…

 

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