sábado, 18 de enero de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Gamones

 



De izq. a derc. en el horizonte, calizas: El Torcal, Sierra de las Cabras, Camarolo Alto, El Chamizo y Peña Negra...; en primer plano, Sierra de las Fiscalas (alpujarride)

 

18 de enero, sábado. Tiene muchos nombres. Los más conocidos, ‘Varitas de San José’ y gamones. Cuando aparecen en un lugar con abundancia, le dan, incluso, el nombre. Un pago rural de Álora se llama “cortijo de gamonales”.

Florece en tierras de composición alcalina. Aparecen, de modo natural, de Gibraltar a los Balcanes. Serrat a la genista le daba casi idéntico territorio a lo largo de toda la orilla del Mediterráneo, en este caso de Algeciras a Estambul…

 El gamón tiene dos floraciones: Una adelantada si lo permite la climatología. Aparece, como la flor del almendro en invierno, solo que un poco más tardía. Anuncia que se su mano viene ya la primavera. A San José se le representa con Jesús de la mano y en la otra sostiene una varita florida.

Una segunda, en  uno de los meses duros del estío, en agosto. Entre las gentes del campo existe la leyenda de según aparezca la floración, al igual que la de la esparraguera, será a modo de premonición, cómo se comportará el otoño que está por venir.

La mitología griega decía que era la planta que alfombraba los Campos Elíseos. Se la conocía como los Prados asfódelos. Su importancia en el mundo de los muertos era muy considerable. Según el padre Homero, en la Odisea, dice que allí iban los muertos que no merecían ni premio ni castigo. Algo así como el limbo que acuñó el cristianismo.

Según qué autor clásico ponía como guardián de aquellos prados a algún personaje venerado. Píndaro y Hesíodo ponen a Cronos, dios del tiempo y a quien se representaba con una hoz o una guadaña en su mano; Homero, a Radamantis al que da el cargo de juez que juzgaba a las almas de los muertos que llegaban al prado.

Los griegos situaban los Campos Elíseos en el confín del océano. Para unos era una sucesión de islas – ‘islas afortunadas’ que no tienen nada que ver con las Canarias – o una sola isla a dónde llegaban  las almas de los que había terminado su tránsito en la vida.

En las tierras de España a los gamones se les da diferentes usos. En León se emplean como alimento de cerdos; en algunas partes de Salamanca como materia que, prendida, da luz a los candiles; en el Campo de Gibraltar como tratamiento fungicida y en Ubrique, la Sierra de Cádiz, a modo de pirotecnia, en fiestas populares que se celebran en mayo…

Esta media tarde bajaba desde las faldas de El Torcal. A mis espaldas, las Sierras de las Fiscalas, la recién nacida cañada de Valsequillo, la Sierra de las Cabras, el Camarolo Alto, el Chamizo, la Cruz Negra… En las veras del camino, gamones. En tierras de sembraduras apuntaban los trigos; por el cielo azul, de paso, las nubes…

 

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