viernes, 12 de enero de 2024

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pedro Vila, perote de pro


                  


12 de enero, viernes. Pedro era un hombre de mediana estatura, más bien bajito; algo grueso, pero sin llegar a la obesidad; de andar despacio y acompasado, de palabra fluida y cálida. Afable, atento, correctísimo en el trato y siempre generoso.

Su padre regentaba en la Fuentarriba, el Bar “La Palma”, donde había dado sus esencias en el  cante “El Pena”. Pedro, desde muy joven tuvo una predisposición para todo lo relacionado con el arte.

En 1944 (él había nacido el 18 de septiembre 1927) comenzó a exteriorizar su afición a la poesía, después de cursar el Bachillerato donde la asignatura de Literatura era en aquel tiempo un “manual de métrica y composición literaria”.

Entró a formar parte de una rondalla juvenil – Juan Cano, Cristóbal Muñoz… y un largo etc. – entonces formada por José España que movía a las Juventudes de Acción Católica. Era la España de los años cincuenta del siglo pasado. El nivel cultural de los pueblos estaba más lleno de deseos que de realidades.

Pedro comenzó sus primeros pasos literarios en el periódico local “Afán”. Llamar periódico a aquella publicación era un eufemismo. Daba salida a esa inquietud literaria que de jóvenes siempre nos acomete y queremos expresar en letra impresa todo eso que bulle dentro del alma de un adolescente.

Como tantos jóvenes de aquellos años veía muy limitada su salida laboral en el pueblo. Su destino, Málaga. Se afincó en el barrio de la Victoria y tuvo un contacto muy directo con las parroquias de San Lázaro, con la Victoria, con el mundo cofradiero y con el reflotamiento del carnaval.

Comenzaron a venir los reconocimientos. Premio del Ayuntamiento de Málaga, de letras para verdiales, Premio IX Tribuna Poética del Sindicato de Escritores malagueños y un tercero de letras a la Cruz de Mayo de la Casa de Melilla en Málaga. Participó activamente en el reflotar el carnaval creando las murgas “Los Victorianos” y “Los Carateclas”.

En 1985 publicó su poema “Soñar” en colaboración con el pintor también perote José Rodríguez y participó en la Carpeta Literaria de la Universidad de Málaga. Colaborador asiduo de celebraciones culturales, actividades de peñas y actos de Semana Santa.

El Ayuntamiento de Álora ha exteriorizado su quehacer poético con una placa junto a la fuente, bajo el Cristo del Marcelo: “Si yo pudiera soñar / que me sirva de nostalgia / y no volver a despertar / siempre seguir en la infancia” Pedro Vila, perote de pro.

 

 

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