jueves, 13 de octubre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Toros



13 de octubre, jueves. En España - la España de charanga y pandereta, que decía don Antonio Machado – el único lugar donde no caben las tonterías es en los toros. El toro no entiende. Pone a cada uno en su sitio y el que llega hasta él y no sabe aprovecharlo, lo pierde.

El toro tiene su calendario propio. Quiere, eso sí, ‘sol y moscas’ o sea sol y calor en una tierra donde de las dos cosas, sobra. ¡Mire usted que hay sol, ¡pues anda que moscas…! Las fiestas comienza pronto en el correr del año.

En Arnedo y Valdemorillos, novilladas. Quieren ver a la gente que empieza. Siguen Castellón y Fallas; luego, las ferias grandes de verdad Sevilla y Madrid y el aluvión del verano. Agosto arranca en la Malagueta, Almería, la Virgen Blanca en Vitoria, la Semana Grande de Bilbao y San Sebastián, la Goyesca de Ronda – con algo más, que toros en el ruedo – El Pilar y San Lucas… Obviamente, faltan otras. El espacio, ya saben.

Los toros tiene su propio vocabulario: “una larga cambiada”, “una faena de aliño”, “ir a por uvas”, “arrimarse”, “pisar el terreno que hay que pisar”, “una retirada a tiempo”,  “cada todo tiene su lidia” y muchísimas más.

En el toro todo está reglado. En un país como el nuestro donde la anarquía se abre paso – don Manuel Machado, que ese también era grande, de verdad – decía en Adelfos que “nadie me marque el camino a seguir”. En los toros, no. Todo es algo porque tiene que ser así. La primera regla es la puntualidad; la segunda, el respeto. Al matador, aunque tenga cara de niño, se le habla de usted y se le llama ‘maestro’.

Todos saben lo tienen que hacer y lo hacen (si pueden). Luego, el toro viene y pone, a cada uno, en su lugar. Ese, reparte verdad. Queda diáfana y clarita, clarita. Pone de acuerdo a todas la ideologías aunque tiene que existir la discrepancia y “variedad de opiniones”.

Ahora le han abierto brecha. Van a por la Fiesta. Lo de “Nacional” no gusta. Hay también otros puntos – la sangre alarma y eso, también, es verdad o quien estima que, el arte, en ocasiones, puede confundirse con crueldad. La cosa es difícil. A mí me gustaban los lances de Curro y el toreo de capa de Paco Camino; ahora, como torea Morante a la verónica…

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