lunes, 17 de octubre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tierras lejanas

 


 

17 de octubre, lunes. Ha salido en los periódicos de aquí – en los de allí, no sé– que el presidente de Tayikistán (que está, no donde Cristo dio las tres voces, no, no; un poco más allá) le ha cantado las cuarenta a Putin. Le ha dicho que quieren ser tratados como trata a los africanos y que ya está bien que los ignore y no sé cuántas cosas más.

La verdad que al señor Putin parece que le van a quedar menos amigos de los que él piensa que tiene. Desde la Unión Europea seguramente están pensando en mandarle una buena cesta de Navidad. Total, si el hombre tiene esa cara de belleza que el Efebo de Antequera hasta envidia. ¡Manda bemoles con el hombre de hielo!

Y ahora, por el otro lado, un señor que está cargado de cejas como Breznev ¿lo recuerdan? va y el canta las verdades del barquero recordándole que en un tiempo eran amigos, o sea que, entonces y ahora, como que les cuesta aceptarse mutuamente.

Me he documentado porque no tenía ni idea donde queda ese país y me entero que el sol, cada mañana, llega primero a China; luego, los visita a ellos y por las tardes, se va por Uzbekistán y ellos ya están con las sombras alargadas…

Por el sur, tienen una cordillera seria, la de Pamir. Una de las importantes del Asia Central, porque no lo he dicho antes, están en Asia, no tienen salida al mar y su extensión no es muy grande, eso sí, más que Andalucía – 144.000 kilómetros, arriba o abajo – y ocho millones de habitantes. Por el sur, Afganistán; por el norte, Kirguistán. Sus dos ríos principales Amu Dari y Sir Daria. ¡Cómo me acuerdo de don Emilio Mandly!

Su civilización, antiquísima. Hasta allí llegaron las huellas de Alejandro Magno. Ese sí era más grande de Zorba el Griego cuando la música de Mikis Theodorakis nos hizo creer que era algo del folclore griego y no una creación suya. Por cierto, cada vez que escucho en la voz de Gloria Lasso “Luna de miel” con letra de Rafael de Penagos y música de él… Pues eso

Dicen que allí – en Tayikistán los inviernos son fríos de verdad y que han alcanzado (es decir, claro) los -22º y que el viento pega fuerte. ¿Ven?, eso me frena para ir conocerlos, a mí el viento, como que no me cae del todo bien.

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