Venecia. Gran Canal en otoño
2 de
octubre, domingo. Antonio Vivaldi nació en Venecia. Hijo de un
panadero está considerado como uno de los grandes músicos del Barroco. Lo
conocieron como el ‘cura pelirrojo’. Las dos cosas eran ciertas pues fue
ordenado sacerdote católico y el color de su pelo lo hacía diferente al resto
de los hombres. Vivió con muchas carestías y murió, a los 63 años, en Viena,
pobre, lo que tampoco es noticia.
Con quince años entró en el
seminario. Se ordenó con 25 después de haber recibido las cuatro órdenes
menores de ostiario, lector, exorcista y acolito; después, las mayores subdiácono
y diácono. Una enfermedad rara que algunos diagnosticaron como asma (sentía
opresiones en el pecho) y otros como posibles micro anginas de pecho, le
hicieron pedir la dispensa para celebrar misa. Dicen que celebró muy pocas en
su vida; sin embargo, siempre – a pesar de su intensa labor en la música – se
sentía dentro de la iglesia. En su certificado de defunción se le llama
‘sacerdote secular’.
Vivalvi dominaba la música. De
todas sus obras, quizá, la más popular es la conocida como “Cuatro estaciones”,
cuatro conciertos para violín que evocan los sentimientos que brotan del alma
del artista al amparo de cada una de las estaciones del año. Compuso la obra en
Mantua donde le ofrecieron el puesto de maestro de capilla. Allí compuso, también,
varias óperas y conoció a Anna Girò que trabajó con él. De esa relación
profesional han querido sacar algunas otras connotaciones. Se ha demostrado que
solo hubo amistad y una colaboración entre artistas.
Fue compositor, violinista – un
gran virtuoso – empresario de ópera y profesor. Muchas de sus obras, en sus
comienzos, se estrenaron en Venecia, en el tiempo que estuvo atendiendo como
capellán en un orfelinato de niños abandonados. Cuando su fama se extendió su
música ocupó lugares de privilegio, siendo muy admirado entre la nobleza de su
tiempo, que era la que disponía de poder económico.
Vivaldi influyó como compositor
en Juan Sebastián Bach. Viajó por distintas partes de Italia (Trieste, Mantua,
Roma o Milán) por Praga o Viena donde murió, si bien Vivaldi y su música siempre
evocan Venecia sin la que tampoco se entendería la manera de expresarse a
través de su música.
Vivaldi es un músico para
escuchar y deleitarse en los atardeceres largos del sol dorado del otoño….
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