miércoles, 29 de octubre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La palabra del campo.

 



Octubre, 29 miércoles


Me acaba de llegar. Calentito.

Abro, al azar. “No hay en yerbas que la primavera levanta dos colores que se maten…” ¿Puede comenzar mejor? Me pongo a degustarlo. De entrad les digo que tengo entre mis manos La palabra del campo. Antonio García Barbeito. Ed. Almuzara 2025.

Es un libro de esos que uno no encuentra el momento de dejar la lectura. Se lee de corrido. Cuesta decir: aquí corto y sigue y sigue… Creo que no me equivoco. Es el mejor libro de Barbeito: Pueblos en Cuerpo y Alma; Donde habita la memoria; Pueblos en mancomunidad; Coplas apenas; Guadalquivir, la memoria del agua; Rocío, Reina y Madre de Andalucía; Mi primera palabra; El Día que Jesús no quería nacer; Talhara… Éste, sin dudarlo, el mejor.

¿Rezuma esencia poética de Alcántara?, no, es Barbeito, ¿sabiduría de Muñoz Rojas? no, es Barbeito, ¿delicadeza de Romero Murube? no, es Barbeito, ¿elixir de Juan Ramón? no es Barbeito, ¿perfume de Juan de Yepes? no, es Barbeito… y yo, de mi cosecha, copio lo de Carlos Cano: “y la gracia de tus manos” Antonio. Que la Mano te siga llevando asida a la suya.

Cuando yo era joven leí Oraciones para rezar por la calle de Michel Qoist. Cuando he terminado de leer La palabra, sé que he leído Oraciones para rezar en el campo. El hombre y Dios se entienden como se entendería el padre Adán con su creador (tú lo llamas la Mano) cuando bajase, cada tarde, a contarse sus cosas mientras echaban un cigarro.

Ha tenido Barbeito el buen gusto de poner al final un glosario. Yo lo he visto como una letanía – muchísimas palabras para mí desconocidas, absolutamente nuevas – y a las que hay que agregar, después de conocerlas, ora por nobis.

Dedica un apartado (en este caso, un artículo) a su padre. Tres años prisionero en Teruel. Frío, privaciones, miedos… ¡con las de noches y días que tienen tres años! Al regreso, casi le dicen que ha perdido las aspiraciones y el hombre, - hay que ser muy grande para dar esa respuesta -, dice que aspira a comer su pan de cada día en paz…

Podría sembrar estas letras de citas. Permítanme solo una: “Pan negro del carbón, mientras los pinos se empinan para, si saliera esta noche la luna, ponerse su luz por montera”. ¿Se puede decir más en menos?

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