jueves, 9 de octubre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. ¿Y, si viene?

 




Octubre, 9 jueves

 

Esta mañana ha saltado la noticia. Ha sido muy esperada. Ha sido muy deseado. ¿La credibilidad? Bueno, surgen dudas, muchas dudas porque ambos dos no son de todo comer.

La televisión, la radio, los periódicos…Todos los medios han dicho que hay un posible acuerdo de paz en el conflicto de Oriente Medio. No solo entra en el juego Gaza; entran, además, otros: Israel, Hamás, los Países Árabes unos del entorno como, Egipto; otros más lejanos, Qatar, Arabia Saudí… y el que está más lejos y gana más, EE.UU.

Ha habido opiniones para todos los gustos. Algunos me van a permitir que las obvie. No merecen la pena. Otros, gente seria y que sabe de lo que habla ha expuesto la dificultad para que esto sea verdaderamente la semilla de la paz y no la semilla de la cuarta guerra de Gaza. Sería tristísimo que pierdan una ocasión de oro.

No lo van a tener fácil, desde luego. Son miles de años (lo de Gaza es de ayer tarde) que esos mundos, el hebreo y el islámico están enfrentados. La cosa comenzó con Abraham y después, ha ido dando tumbos. Primera cautividad en Babilonia en tiempos de Nabucodonosor; segunda diáspora con los romanos; expulsión de casi todos los países donde se han asentado… Así casi a nuestros días.

Se comentaba una anécdota que puede encajar en esta situación. Recién llegado el Gobierno Socialista al poder, en noviembre de 1982, se anuncia una visita de Juan Pablo II a España. Entre los posibles lugares donde acudirá, surge Santiago de Compostela.

Se hace una comisión presidida por Alfonso Guerra para adecentarlos lugares a los que puede acceder Su Santidad. En Galicia, en primer lugar, el aeropuerto de Santiago. Los gallegos ven la ocasión pintiparada de que se les hagan un aeropuerto de categoría; los técnicos de la Administración Central dicen que no se justifica la inversión. Tiras y aflojas. Ninguno de los dos quiere ceder. Se cuenta que unos alegaban que era evidente que la visitaría por su valor religioso; los otros, que no. Entonces, Alfonso, al que hoy se echa mucho de menos, intervino:  “¿Y si viene? Dijo-. El aeropuerto se adecentó.

¿Y si viene la paz? A lo mejor este año puede pasar a la Historia después de tanto horror y tanta tragedia con su nombre propio porque en aquella tierra bendita la gento comenzó a dejar de odiarse…

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