jueves, 16 de octubre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Almuradiel, parada y recuerdos

 



Almuradiel. 

         A Juan Antonio, lejos en el espacio; cercano en el afecto.


Octubre, 16 jueves.

 

 Hace unos días – aún no había llegado el otoño pleno a Madrid – anduve por aquellas tierras. Salimos a eso de media mañana. La carretera ni cargada ni ligera. Granada no tiene aún la sierra blanca y por la Venta de las Nava se les ha ido la mano sembrando olivos; la Frontera, como siempre; de la Perdiz a Despeñaperros, el asfalto dejadillo de la mano.

Hicimos un alto en Almuradiel. Está un poco más allá de Despeñaperros, solo un poco, y antes de Las Virtudes. Cuando la carretera tenía doble sentido era parada obligada. La Nacional IV pasaba por el centro del pueblo. Casa Marcos era un emporio. Los comercios que vendían queso lo tenían tallado en madera. Evitaban el hurto del ligero de pies y de vergüenza.

Madrid y Málaga entonces era un día completo de viaje; ahora, por mor de las limitaciones y los radares, ya se sabe, pues en torno a las seis horas, con una parada incluida.

Siempre me llamó la atención un mástil de barco a la salida del pueblo porque Almuradiel -no lo he dicho- queda a un lado. ¿Qué hace un mástil de un barco en medio de esta tierra de tan adentro…?  Uno, que preguntó se enteró que se puso como homenaje a gente que sirvió – como se decía en otro tiempo – en la Marina…

         

Palacio de Santa Cruz. Viso del Marqués. (Ciudad Real)

A poco de Almuradiel, - algo más de seis kilómetros, en un desvío de la carretera – el Viso del Marqués. Ata cabos. Don Alvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, héroe de Lepanto mandó edificar un palacio renacentista…. ¡Algo único, como el mástil, pero a lo grande, en este lugar! Bellísimo.

Hoy es el Archivo General de la Armada. Dicen que don Álvaro, de ascendencia navarra, mandó edificar allí el palacio porque equidistaba de Lisboa – donde él murió desaconsejando la expedición de la Armada Invencible, pero… – Cádiz y Cartagena. Tres puertos de vital importancia.

Recuerdo que visité el palacio una tarde tórrida de verano. Era a esa hora de la siesta cuando se paraliza todo. Aguardé bajo la sombra de un árbol… Llegó la hora de visita; no abrían. Toqué el timbre; salió un nombre con cara malhumorada. Debió pensar ¡éstas son horas! …Todo, esperpento. Un mástil, palacio renacentista, una siesta rota, Marina Española, Sierra Morena a tiro de piedra, Don Álvaro de Bazán…

Mi amigo Juan Antonio del Campo que vive en Valencia y es de allí, me ha envidado un libro  - vía Sevilla, ya se sabe, lo dijo el poeta:  Sevilla tiene un camino… - ardo en deseos de echarle un vistazo, mientras tanto, me acuerdo de él – de Juan Antonio y del libro – y pongo un puñado de letras unas junto a otras…

                      Viso del Marqués. Palacio de don Álvaro de Bazán. 


 

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