miércoles, 15 de octubre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Judíos españoles

 




Octubre, 15 miércoles

Sabemos cuando fueron expulsados, pero no cuando vinieron. Los Reyes Católicos, el 31 de marzo de 1492, firmaron el Decreto de expulsión de todas sus tierras a todos los de religión que no recibieran el bautismo. Eso conllevó un cúmulo de problemas de difícil solución.

Según algunos historiadores los judíos llegaron a España en el siglo VI a. de C. después de la destrucción del Templo por Nabucodonosor y su traslado, cautivos, a Babilonia, la capital de su Imperio en Mesopotamia.

Un grupo optó por emigrar en sentido contrario, por el norte de África, hacia Occidente. Se llamó la Primera Diáspora; la Segunda, la provocó el Imperio Romano, ya en el siglo I de nuestra Era. Hay, también, quien opina que vinieron antes, con los fenicios a través del mar. Llegaron a Tharsis y comerciaron con ellos.

Los judíos se extendieron por casi toda la Península. Toledo fue la ciudad que más judíos tenía en su censo. Allí, gracias a la visión cultural de Alfonso X, el Sabio, se asentó la Escuela de Traductores. Musulmanes y cristianos, conjuntamente, con ellos llevaron a cabo una labor extraordinaria para la expansión del conocimiento.

Los judíos vivían en barrios exclusivos, a veces, auténticos guetos donde no se permitía la entrada a otras comunidades. Allí estaba la sinagoga y el barrio se conocía como ‘la judería. En Toledo aún existen las sinagogas del Tránsito y Santa María la Blanca. Fue importantísima la de Hervás en Cáceres. Las hubo, también, en Sevilla, Córdoba, Málaga, Tarazona o la propia Granada, entre otras.

La convivencia, en ocasiones, conflictiva. En Palma de Mallorca, una cadena impedía la entrada por la noche. La población que renunció a su religión se llamó ‘conversos’; otros, en cambio practicaban, en secreto, su religión. Pasados los años y tras persecuciones de la Santa Inquisición – algunos fueron quemados en hogueras públicamente – llegaron a exigirse “limpieza de sangre” para ocupar cargos relevantes. Fueron importantes Ibn Gabirol, Samuel Levi, o Maimónides en la Edad Media. Posteriormente tuvieron ascendencia judía: santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz (no está claro que los Yepes lo fuesen; su madre, pudo ser morisca) o Fray Hernando de la Talavera, primer arzobispo de Granada…

Los judíos de dedicaban al comercio y a traficar con el dinero. Entre el pueblo, se les consideraba avaros y usureros por los intereses elevados con que ‘vendían’ los préstamos. Eso provocaba odio, rechazo y envidia. Generalmente muy inteligentes – era necesario para sobrevivir, agudizar la inteligencia – y poco exhibidores de sus riquezas.

Tras la expulsión formaron la comunidad Sefardí. Marcharon hacia los Balcanes, América del Sur, norte de África y Turquía. Conservan la lengua castellana del siglo XV, muchas costumbres en la gastronomía y algunos, la llave de su casa en la judería de la que procedían… Desde hace unos años, España, ha reconocido la nacionalidad española, a los descendientes que lo acreditan.

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